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Hay empresas que hacen las cosas bien. Una de ellas es Garnier, la marca número uno de belleza natural y cuarta marca de belleza del mundo, que continúa trabajando en su innovador plan sustentable “Green Beauty”, cuyo objetivo a 2025 busca reducir o erradicar el impacto ambiental en cada una de las etapas de su cadena de valor.
En el marco de este programa, durante 2021 todos sus productos fueron aprobados oficialmente por Cruelty Free International, convirtiéndose en una de las marcas globales más grandes en recibir la aprobación a través del programa Leaping Bunny.
Aprobación Cruelty Free International
Para Garnier, recibir esta aprobación significó obtener declaraciones de más de 500 proveedores que suministran más de 2800 diferentes ingredientes de todo el mundo. Ambas empresas han trabajado en conjunto para garantizar que cada producto del portfolio global pueda tener oficialmente el logotipo de Leaping Bunny: sello universal reconocido contra el maltrato animal.
Tal como afirma Michelle Thew, Directora Ejecutiva de Cruelty Free International: “Leaping Bunny requiere una investigación rigurosa de toda la cadena de suministro, incluidas las materias primas e ingredientes individuales para descartar cualquier caso de experimentación con animales. La aprobación requiere la evaluación de todos los productos terminados de la marca”.
Además, confirmó que conseguir la aprobación no es un hecho único, sino que se trata de una alianza que cambia el modo de trabajar de ambas marcas. Una vez aprobada, se debe continuar auditando todo el proceso de producción y colaborar a largo plazo.
Garnier Green Beauty
Este logro se enmarca dentro del programa Garnier Green Beauty, encargado de analizar las siguientes áreas claves:
- Plástico & envasado: uso de plástico virgen cero, lo que permitirá ahorrar 37.000 toneladas de plástico al año. Para 2025 todos los envases de Garnier serán re-usables, reciclables o compostables.
- Producto & Formula: cuentan con un perfil medioambiental mejorado para cada producto.
- Industrias & Fabricación: implementan sitios industriales con huella de carbono cero, teniendo en cuenta las emisiones equivalentes a 38,596 toneladas de CO2 que ya fueron ahorradas mediante el uso de energías renovables.
- Fuentes y abastecimiento Solidario: se encargan de empoderar comunidades alrededor del mundo.
Además, el 99% de los ingredientes de Garnier son veganos, lo que significa que las fórmulas no contienen ningún material o subproducto de origen animal. El 1% restante corresponde a ingredientes derivados de las abejas, que se trabajan bajo un programa dedicado a garantizar que se respete la biodiversidad.
Programa de Reciclaje
Con el objetivo de promover la economía circular, Garnier también refuerza su programa de reciclaje, sumando puntos de venta alrededor del país. Este se desarrolla en 16 provincias de Argentina y pone a disposición más de 200 tachos verdes al alcance de los consumidores, más puntos de recolección para acercar sus residuos reciclables, en alianza con algunos de sus principales clientes: Dia, Simplicity, VEA, Makro, Walmart, Carrefour, Disco, Jumbo, La Anónima, Libertad y Basualdo.
Encontrá tu punto de reciclaje más cercano
En ese aspecto, durante 2021 lanzó una campaña de reciclaje basado en el dato de que para 2050 habrá más plástico que peces en los océanos si no modificamos nuestros hábitos. Ese mismo año, gracias al uso de plástico reciclado, se evitó el uso de 12.200 toneladas de plástico virgen, se utilizó un 90% de ingredientes sostenibles, lograron reducir el gasto del agua en los centros industriales en un 54% y el 62% de estos centros fueron y son carbono neutrales.
Por otro lado y para profundizar el desarrollo del plan en CABA, Garnier se unió a la RED de Economía Circular creada por el Ministerio de Espacio Público y el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad de Buenos Aires. Allí se nuclean diferentes actores sociales para fortalecer el sistema de reciclado con inclusión social y fomentar la reducción de residuos.
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La importancia de reciclar
El reciclaje es el proceso industrial por el cual la materia prima de los bienes que consumimos, (cartones, plásticos, papeles, vidrios, y muchos más) reciben un tratamiento para poder volver al sistema productivo como insumos. Es decir, en vez de convertirse en basura, pueden tener una segunda vida útil.
El 80% de los residuos que generamos se pueden recuperar. Si todos los dividiéramos en origen para ser correctamente reciclados, no sería necesario extraer tantos recursos de la naturaleza. Eso implica, entre otras cosas, una mejor generación de gases de efecto invernadero emitidos al ambiente y menor consumo de agua para su producción.
Existen muchos productos que se pueden reciclar: desde papeles y cartones, vidrio, metales y el plástico. Estos materiales deben estar limpios y secos.
Los reciclables que utilizamos, una vez que llegan a los centros de reciclaje, son clasificados y enfardados para disponerlos para su comercialización. Existe una industria que luego los utiliza como materia para sus procesos productivos y los transforma en baldes, anteojos, botellas, envases, artículos del hogar, indumentaria y mobiliario urbano, entre otras cosas.
