Conoce cómo es la dieta MIND y cuáles son sus beneficios. Puesto que no existe duda de que la alimentación es un factor clave para mantener el bienestar general del organismo. Los beneficios de llevar una dieta equilibrada son muchos, y entre ellos se encuentra la posibilidad de prevenir el Alzheimer.

Se trata del acrónimo de Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay, y llevarla a cabo ayuda a combatir ciertas enfermedades. Dicha alimentación es conocida como la dieta de intervención para retrasar el proceso neurodegenerativo.

¿En qué consiste la dieta MIND?

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Para aquellos que no saben en qué consiste la dieta MIND, deben saber que es una alimentación que está basada en las frutas y verduras como pilar principal. Que deben estar presentes en cada una de las comidas en mayor cantidad. Resalta las virtudes que ofrecen las verduras con hojas verdes y las frutas con grandes cantidades de antioxidantes, como en el caso de las fresas y los arándanos.

Este tipo de alimentación destaca también por su consumo de granos enteros, en lugar de los que son refinados. Como, por ejemplo, reemplazar el arroz blanco por el arroz integral. De igual manera, el aceite de oliva extra virgen, tiene que ser la principal fuente de grasa. El cual se debe usar solo para cocinar y como aderezo, ya que contiene propiedades antiinflamatorias y un alto contenido de antioxidantes. Al igual que el consumo de frutos secos, como en el caso de las nueces.

En relación con en qué consiste la dieta MIND, hay que tener en cuenta que es una alimentación que fomenta la reducción del consumo de carnes rojas. Colocando como prioridad el pescado azul con alto contenido de Omega 3 y el consumo de carnes magras como el pavo y el pollo. Las legumbres también cumplen un papel de gran importancia en la dieta MIND. Limitando el consumo de azúcares, sal, alcohol y alimentos ultraprocesados.

La dieta MIND y el Alzheimer

Es importante saber que ofrece beneficios para disminuir el riesgo de sufrir Alzheimer. Y es que diversos estudios han podido demostrar que la dieta MIND se encuentra relacionada con un menos riesgo de padecer desórdenes neurológicos. Deteniendo el deterioro cognitivo que deriva con el paso de los años.

Por lo tanto, uno de los principales beneficios de la dieta MIND, es la prevención de enfermedades como la demencia, el Alzheimer y el Parkinson. Un estudio hizo un análisis de la relación que existe entre la dieta MIND y la enfermedad de Alzheimer en una muestra de 923 participantes. Donde el rango de edad era desde los 58 hasta los 98 años, siguiendo un promedio de 4,5 años. Los resultados obtenidos probaron que seguir esta alimentación disminuye la incidencia de Alzheimer en un 54%.

Además, indica que estos beneficios también se pueden aprovechar si se lleva este régimen de forma moderada. Disminuyendo las posibilidades de tener esta enfermedad en un 35%. Por otro lado, otro artículo de investigación examinó si la relación de esta dieta con la cognición es independiente de las enfermedades comunes que afectan al cerebro. Obteniendo como conclusión que dicha alimentación está asociada con una mejora en el funcionamiento cognitivo.

Estos resultados fueron obtenidos independientemente de la patología cerebral común. Reafirmando que la dieta MIND contribuye con la resiliencia cognitiva en los adultos mayores. Comprobado por una revisión sistémica de estudios, haciendo énfasis en que seguir esta dieta se asocia de manera positiva con dominios específicos de la cognición y la función cognitiva global en los ancianos. Remarcando que es mejor que otras dietas ricas en plantas para la mejora de la cognición.

¿Cuáles son las características de la dieta MIND?

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A diferencia de otras, esta no es una de las dietas modernas de moda. Esta alimentación surge como un híbrido entre dos estilos de alimentación que ya existían y que están respaldadas por décadas de investigación. La dieta mediterránea y la dieta DASH. Fue así como los investigadores universitarios fueron capaces de desarrollar la dieta MIND, para hacer énfasis en los alimentos que generan un impacto positivo en la salud del cerebro. Las características de la dieta MIND son:

Alto consumo de verduras

Los investigadores han descubierto que las verduras de hojas verdes, como el repollo, col rizada, lechuga y espinacas, disminuyen el riesgo de padecer deterioro cognitivo y demencia. Esto se debe a que las hojas verdes se encuentran llenas de nutrientes relacionados con un mejor bienestar cerebral, como la vitamina E, el folato, los flavonoides y los carotenoides.

Se ha podido demostrar que consumir una porción al día retrasa el envejecimiento del cerebro. Para sacar el máximo provecho de una dieta exclusivamente vegetariana, es necesario comer al menos seis porciones de hojas verdes a la semana. Después se debe completar con al menos una porción de otras verduras.

Comer nueces como un refrigerio

Las nueces pueden contener muchas calorías, al igual que grasa. Sin embargo, poseen cantidades elevadas de vitamina E que es soluble en grasa, muy conocida por sus propiedades con la capacidad de cuidar el cerebro. Consume un puñado al menos unas cinco veces por semana, en lugar de escoger alimentos procesados, como los pastelillos y papas fritas.

Revisa en todo momento las listas de ingredientes y escoge aquellas opciones crudas o tostadas en seco, sin sal o las que no poseen sodio. También evita las que poseen aceites y edulcorantes. Ten presente que las mantequillas de maní que no se revuelven, se les ha agregado otros componentes.

Bayas para disfrutar de algo dulce

No existe nada malo con las demás frutas, pero cuando los investigadores hicieron una revisión acerca de la dieta y el bienestar del cerebro, las bayas destacaron frente al resto de las frutas. En un estudio que contó con más de 16.000 adultos mayores, que fue realizado durante 20 años, arrojó resultados interesantes. Indicando que aquellos que comían fresas y arándanos tenían índices más lentos de deterioro cognitivo.

Por lo tanto, los investigadores atribuyen un beneficio como este a los elevados niveles de flavonoides que poseen las bayas. De esta manera, puedes aprovechar de esto con solo consumir dos o más porciones de bayas en la semana, para lograr un mejor funcionamiento cerebral.

Preparar comidas sin carne

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Una dieta que beneficia el funcionamiento del cerebro, fomenta la ingesta moderada de carne. Tanto los frijoles, como la soja y la lenteja, con altas cantidades de fibra y proteínas, son un excelente sustituto. Sentirás tu estómago más lleno, y son alimentos ricos en vitaminas del grupo B, de gran importancia para el bienestar del cerebro.

Dentro de estudios que se realizaron en dietas para los adultos mayores, aquellos que no consumían legumbres presentaban más deterioro cognitivo. Comparado con los que sí consumían legumbres de manera regular.

Cocinar solo con aceite de oliva

Otro de los alimentos básicos de la dieta mediterránea que se implementa en la dieta MIND es el aceite de oliva extra virgen. Se recomienda utilizarlo como el principal aceite de cocina, evitando las margarinas y mantequillas. Si en ningún momento has usado aceite de oliva, es de gran importancia que escojas uno extra virgen. Lo consigues muy fácil en cualquier tienda, envasado dentro de una botella de vidrio oscuro, puesto que la luz causa que se dañe muy rápido.

Puedes disfrutar de un poco de vino

Si bien hemos mencionado que el consumo de alcohol en grandes cantidades es perjudicial, hay estudios que sugieren que el consumo moderado disminuye el riesgo de demencia. Aparte de esto, retrasa la presencia del Alzheimer a menos tres años.

Un posible motivo de esto es que el alcohol, de cierta forma, ayuda al flujo de la sangre. Logrando que sea menos espesa y menos propensa a la coagulación, que es dañina. Por riesgos como estos, se supone que no sería una excelente idea consumirlo. Pero si disfrutas solo una copa de vino, podrían continuar con la dieta MIND, sin ningún problema.

Comer pescado una vez por semana

Es común entre las personas mayores olvidar constantemente el nombre de las personas que acaban de conocer. No obstante, estudios científicos han determinado que aquellas personas con más de 65 años que consumen pescado una vez por semana o más, lograron mejores resultados en las pruebas de memoria. Así como en los juegos de números complicados. Resultados que fueron comparados con los de aquellos que no consumían pescado con frecuencia.

Pero, en dado caso de que no seas amante del pescado, existen datos positivos. Y es que los investigadores acerca de esta dieta, no lograron comprobar que la ingesta de pescado, más de una vez en la semana, ofrezca beneficios adicionales para el funcionamiento cerebral.

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Fuente:

La Vanguardia, Infobae, Alimente.