Durante siglos dedomesticación, el perro, conocido como el mejor amigo del hombre, haevolucionado junto a los humanos. Pero eso también significa una cosa: de nosotros ha aprendido a actuar de determinadaforma hasta obtener lo que quiere. 

[Tambiénte puede interesar: Estagrave enfermedad es 4 veces más frecuente en los fumadores] 

Los humanos usamos el engaño sutil y las señales falsas, incluso en sistemas de señalizaciónestables, para nuestro propio beneficio. Por ejemplo, puede ser ventajoso para personas subordinadas engañaren situaciones competitivas.

En una investigación publicada en mayo de este año en Animal Cognition, investigadores suizos indagaron si los perros son capaces de engañar de la misma manera a un humano, es decir, si son capaces deengañar tácticamente.


Los perros son capaces de engañar tácticamente.

El estudio

Durante el entrenamiento, 27 perrosde distintas razas experimentaron el rol de su dueño, como siemprecooperativo, y dos humanos desconocidos, uno que actúa 'cooperativamente' aldar comida y el otro que es 'competitivo' y se queda con el alimento por símismo.

Durante la prueba, el perro tenía la opción de llevar a uno de estos compañerosa uno de los tres posibles lugares de comida: uno contenía un alimentofavorito, el otro un alimento no preferido y el tercero permanecía vacío.Después de haber guiado a uno de los compañeros, el perro siempre tuvo laposibilidad de llevar a su propietario cooperativo a una de las ubicaciones dealimentos.

Por lo tanto, un perro tendría un beneficio directo de engañar al compañerocompetitivo ya que entonces tendría otra oportunidad de recibir el alimentopreferido del propietario.

Durante el estudio, 27 perros de distintas razas experimentaron el rol de su dueño

Resultados

En el primer día de prueba, los perros llevaron al compañero cooperativo ala caja de alimentos preferida más a menudo de lo esperado por casualidad y conmás frecuencia que el compañero competitivo.

En el segundo día, incluso llevaron al compañero competitivo con menosfrecuencia al alimento preferido de lo esperado por casualidad y más a menudo ala caja vacía que el compañero cooperativo.

Estos resultados muestran que los perros distinguen entre la cooperativa y elcompañero competitivo, e indican la flexibilidadde los perros para ajustar su comportamiento y que pueden usar el engañotáctico.