Alrededor de 6.980 hectáreas se quemaron en el Parque Nacional Los Alerces,en la provincia de Chubut, Argentina como resultado del grave incendio que asedió al parque durante más de 20 días hasta que logró ser controlado a fines de febrero.

En Chile, como producto de los mega incendios que arrasaron el sur y centro del país a finales de enero, más de 43.000 hectáreas fueron quemadas, 4286 pertenecientes a formaciones vegetales de bosques nativos.

Solo en 2023, en Argentina se registraron 88 incendios en 13 áreas de conservación, afectando una superficie total de 57.480 hectáreas, de acuerdo a la Autoridad de Parques Nacionales.

¿Son acaso los incendios un fenómeno nuevo en la región?

No. Lo que sí es relativamente nuevo es su creciente intensidad y regularidad, así como la necesidad de actuar frente a esta realidad para proteger a los decrecientes bosques nativos y los ecosistemas que conforman.

¿Por qué arden los bosques?

Los incendios forestales pueden tener causas naturales, la más común es por la caída de rayos durante tormentas eléctricas; o causas antrópicas (causadas por los humanos). De acuerdo al Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, el 95% son causados por actividad humana.

Entre las causas antrópicas se puede distinguir entre aquellas accidentales, tales como fogones o colillas de cigarrillo mal apagados, y quemas agrícolas autorizadas o de basura de las que se pierde el control. Aquellas intencionales, en cambio, responden en su mayoría a intereses individuales, relacionados muchas veces al avance de proyectos inmobiliarios y agro-ganaderos.

De acuerdo a las autoridades del Parque Nacional Los Alerces, el incendio denominado “El Centinela” fue provocado intencionalmente, ya que comenzó a partir de dos focos simultáneos encendidos dentro de la jurisdicción. Aún se desconoce al autor del incendio y sus motivos, y de hecho el Ministerio de Seguridad expidió una recompensa por datos útiles que sirvan para dar con los autores del crimen.

En cuanto a las dificultades que se enfrentaron para controlarlo, el Intendente del parque e Ing. Forestal Danilo Hernández Otaño afirmó que a pesar de los recursos disponibles para combatir el fuego, la geografía, la meteorología, y particularmente, la acumulación de una sequía de más de 40 días sin lluvia, agravaron la situación.

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Foto tomada de la cuenta de Instagram del Parque Nacional Los Alerces.

Foto tomada de la cuenta de Instagram del Parque Nacional Los Alerces.

“En los últimos años se ha observado en algunas áreas protegidas, y en particular en las regiones de NEA y Centro, una mayor recurrencia de eventos de fuego; además, se registró que los incendios están ocurriendo con mayor frecuencia y muchas veces intensidad, y en temporadas no habituales para cada región”, se afirma en el informe de evaluación de 2023, de la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias.

Entonces, vale la pena preguntarse: si las causas son conocidas y los intereses detrás de los incendios forestales no son nuevos, ¿por qué este fenómeno ocurre cada vez más y con mayor intensidad?

El calentamiento Global como agravante

Lo cierto es que el cambio climático está asociado a una variedad de fenómenos, tales como mayores sequías, altas temperaturas del aire, tormentas eléctricas, fuertes vientos y niveles relativamente bajos de humedad. Fenómenos que pueden resultar en temporadas de incendios forestales más calientes, secas y largas.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) establece en su reporte 2023 que se espera el incremento, en todas las regiones del mundo, del “fire weather” (clima de fuego). El término refiere a condiciones climáticas de calor, aridez y fuerte viento.

De acuerdo al Intendente Hernández Otaño, “están dadas las condiciones para incendios con desarrollo de comportamientos extremos o casi explosivos, justamente por acumulación de material combustible en combinación con muchos días de clima árido”, afirmó. “Los servicios técnicos gubernamentales vienen aconsejando en estos escenarios y hace 2-3 temporadas, declarar el estado de emergencia ígnea”, afirmó.

Las consecuencias del fuego en los bosques

Los incendios forestales resultan en la destrucción de hábitats naturales, en daños a la biodiversidad, al morir animales que no logran escapar, en la disminución de la fertilidad de los suelos, y en la contaminación de los cuerpos de agua y de la atmósfera.

Muchas veces pueden tener asimismo impactos negativos para la salud de las localidades aledañas, así como impactos económicos negativos sobre los individuos y las comunidades.

Y finalmente, también tienen un efecto exacerbaste sobre el calentamiento global y el cambio climático. Los incendios afectan el ciclo global del carbono al liberar grandes cantidades de este gas, al mismo tiempo que destruyen a los grandes sumideros de carbono: los bosques. Según el IPCC, los incendios forestales generan hasta un tercio de las emisiones de carbono de los ecosistemas globales.

Contexto actual de la Argentina

De acuerdo al informe de la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias, la extensión y superposición de las temporadas de incendios están desafiando la gestión integral de los recursos para su manejo. Y de acuerdo al último informe del SNMF, habrá condiciones críticas en la región Patagonia, donde se prevé un trimestre con altas temperaturas y precipitaciones deficitarias.

Un panorama desafiante, que en el contexto de la crisis climática no hará más que empeorar en los próximos años. Una realidad que requiere compromisos por parte del Estado de proteger los bosques nativos y generar las condiciones y políticas necesarias para prevenir, controlar y reducir las consecuencias de los incendios forestales, así como inversión en el diseño e implementación de políticas de adaptación. Entendiendo esas acciones como necesarias, dentro del marco más grande de la lucha contra el cambio climático.