Greca es un emprendimiento con vocación social y sustentable que utiliza como materia prima los descartes de fábricas de botones. A través de sus coloridos accesorios y objetos decorativos de diseño, busca generar consciencia sobre el problema ambiental y el valor de los desechos. Además, su trabajo conjunto con cooperativas hace que sea, a su vez, un negocio inclusivo.

Los inicios del proyecto se remontan a 2009, cuando Rocío González y Lucas Campodónico, sus socios fundadores, se toparon con la basura silenciosa, aquella que nadie sabe que existe. En este caso, fueron los botones desechados por las fábricas. Movidos por la inquietud de hacer algo con ese material y las ganas de emprender, crear y concientizar, comenzaron a probar distintas técnicas y formas.

La empresa lleva la sustentabilidad, uno de sus ejes centrales, más allá del material, ya que piensa que el mayor aporte que puede hacer es comunicar su manera de trabajar para incentivar y enseñar una nueva forma de producción. Para ello, sus fundadores participan de festivales y dan charlas sobre ecología.

Los otros ejes que mueven la iniciativa son el comercio justo y consumo responsable. Es por ello que, en contraposición al concepto de temporadas y colecciones, tan instalado por la moda, sus objetos son pensados como atemporales. Se oponen así al hábito de comprar y tirar.

Cada pieza de diseño de Greca es producida de manera artesanal, lo cual la hace única. Sus animales y collares fabricados con botones descartados por las fábricas muestran el potencial de la basura como materia prima. Al mismo tiempo, los colores intensos y alegres transmiten el optimismo de la empresa ante la preocupante situación ambiental. Así, sus objetos que parten de desechos, acaban decorando hogares y vistiendo personas en vez de terminar acumulándose en una pila de residuos.

Dada la vocación social de la empresa, los accesorios producidos son ensamblados por las cooperativas Red Activos y YoNoFui. La primera es una organización social que ofrece productos y servicios desarrollados por personas con discapacidad. La segunda trabaja en proyectos artísticos y productivos en las cárceles de mujeres de Ezeiza (Buenos Aires, Argentina), tarea que se continúa afuera, una vez recuperada la libertad. Actualmente, la compañía está trabajando para crear nuevas sinergias con otras organizaciones de sectores sociales vulnerables para darle trabajo a quienes lo necesitan.

El compromiso de Greca con la sustentabilidad y la sociedad le permitió recibir la certificación de Empresa B por Sistema B Argentina en 2012. Este tipo de compañías, surgidas en Estados Unidos, se rigen por el objetivo de generar beneficios sociales y ambientales. En vez de competir para ser las mejores del mundo, buscan ser las mejores para el mundo. El certificado garantiza el cumplimiento de estos estándares.

Los compradores de estos singulares objetos tienen perfiles muy diversos, incluyendo niños, adultos, hombres y mujeres. Esto se debe a que hay muchas maneras distintas de relacionarse con los productos que ofrecen. Hay quienes se interesan por el diseño, otros por lo ingenioso o lo sustentable. Además, muchas empresas comprometidas con el cuidado del medioambiente los eligen a la hora de hacer regalos institucionales.