Muchas veces, al cocinar, no reparamos en que algunos de los utensilios que más utilizamos pueden estar averiados, oxidados, o directamente conformados por metales peligrosos para nuestra salud. 

Los minerales tóxicos son aquellos que exceden los niveles que requiere nuestro organismo y nos intoxican. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud este límite es una cantidad máxima semanal de siete miligramos por kilo de peso. Pero en el día a día resulta difícil poder contabilizarlo, por eso es mejor que conozcas cuáles son los riesgos de cada material con el que cocinas. 

Aluminio, el más peligroso

El aluminio es un metal liviano que tiene bajo costo económico, por eso seguramente tengas algún utensilio de este material en la despensa de tu casa.

Pero el aluminio es un metal sumamente tóxico: desprende una sustancia llamada bióxido de alumen, que al tomar contacto con el agua y exponerse a altas temperaturas se transforma en hidróxido de alumen, que interfiere en el aprovechamiento del hierro, provocando anemia. Además, el aluminio reemplaza al calcio principal componente de los huesos, causando fragilidad y predisposición a las fracturas. También, está siendo estudiada su relación con la enfermedad de  Alzheimer.

Al usar, por ejemplo, ollas de aluminio, el fuego calienta y dilata el metal abriendo sus poros. Al enfriarse, éstos se cierran conservando dentro partículas de los alimentos que fueron cocinados. Al volver a usarlo, el calor vuelve a dilatar los poros y esas partículas, ya en estados de descomposición, pueden entrar en contacto con los nuevos alimentos.

En caso de intoxicación pueden aparecer: irritaciones gatrointestinales, esreñimiento, inhibición en la absorción de hierro y vitaminas como la C, entre otros.

Pero el aluminio no solo está presenta en los utensilios de cocina, también se encuentra en pastas dentales, envolturas y latas de alimentos, desodorantes, e incluso el agua. 

Otros materiales

Teflón: en general se usa como revestimiento de sartenes y otros recipientes. Aunque se lo cree inofensivo, a partir de los 250º C puede descomponerse y ser tóxico, pudiendo generar infertilidad femenina o mutaciones en órganos como la próstata, el hígado, los riñones y timo.

Acero inoxidable: está formado por distintos metales como el cromo y el níquel. Este último es uno de los más tóxicos y está asociado a enfermedades graves como el cáncer. El cromo, por su parte, puede generar dermatitis, asma bronquial y úlceras.

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¿Qué puedo hacer entonces? 

  • Evita el uso de utensilios de aluminio. 
  • Investiga y conoce el material con qué están hechas tus ollas y demás utensilios para cocinar. 
  • Si un utensilio de cocina se ha golpeado, agrietado y se ha comenzado a desprender su antiadherente, ya no lo uses. 
  • Conoce qué otros materiales de cocina saludables puedes utilizar.