¿Alguna vez te pusiste a pensar en la cantidad de alimentos que desechas todos los días? ¿Y alguna vez pensaste cuánto sumarían si lo multiplicaras por la cantidad de personas que viven en tu vecindario, país o incluso continente? 

Selina Juul, una mujer de 36 años de Moscú, que se había mudado a Dinamarca para estudiar, se lo preguntó. Quizás también la experiencia del viaje le permitió ver con extrañeza cómo las personas desperdiciaban tanta cantidad de alimentos. Y frente a esto, quedarse quieta no fue una opción; decidió hacer algo para ayudar a generar un cambio. 

Trabajar dentro de un mercado le dio una experiencia aún más cercana. Por eso, en el 2008 creó una página de Facebook para hacer visible esta problemática y tuvo tanta repercusión que logró convencer a la cadena de mercados más popular del país (Rema 1000) para aprovechar más sus productos haciendo cambios en sus descuentos. Y logró, así reducir sus deshechos un 90%.

“Yo no podía creer la cantidad de comida que la gente desperdicia en Dinamarca, por eso comencé abriendo una cuenta de Facebook en la que me dedico a dar tips y consejos a la gente para que no desperdicie comida y haga compras más inteligentes en el supermercado, incluso les pedí que fotografiaran sus refrigeradores”, explica la creadora de "Stop Wasting Food", el mayor movimiento de consumidores sin fines de lucro de Dinamarca contra el desperdicio de alimentos.  

"Somos 7 billones de personas en este planeta, de los cuales 925 millones están muriendo de hambre. Sin embargo, anualmente desperdiciamos 1,3 mil millones de toneladas de alimentos, o lo suficiente para alimentar a 3 mil millones de personas", recuerda Selina en su página web, retomando datos de la FAO.
 
Gracias a su iniciativa, el desperdicio de alimentos en Dinamarca ha disminuido más de un 20%.  ¿Crees que hubiera sido igual si ella decidía no hacer nada al respecto?

¿Qué puedes hacer tú?

En el sitio de Selina, puedes encontrar algunos consejos como éstos:
 

  • En el mercado: compra solo lo que realmente necesitas. Planea tus comidas, haz una lista de compras y luego usa lo que has comprado antes de volver a comprar.
  • En la cocina: no cocines de más. Ten en cuenta el tamaño de las porciones y, en caso de sobrar, puedes también compartir con tus vecinos o personas que estén en situación de calle. Vacía los envases hasta el fondo: aunque no lo creas, más de un 20% de los alimentos se pierde porque está atascado en el envase de los alimentos.
  • Después de comer: cubre lo que te ha sobrado y déjalo enfriar antes de ponerlo en el refrigerador, ya que si los colocas calientes pueden poner en riesgo la durabilidad de otros alimentos almacenados al aumentar la temperatura en el refrigerador.
  • Si tienes tu huerta: usa tus propias frutas y vegetales, compártelas o intercámbialas con tus vecinos.
  • En restaurantes: escoge sitios que tengan una política clara sobre los residuos de alimentos, y ordena la cantidad de comida que vayas a comer.
  • En tu círculo: ¡alienta esto en todas partes!


¿Qué es el desperdicio de alimentos? 

Es la pérdida de éstos dentro de alguna de las etapas de la cadena de suministro de alimentos (desde la producción hasta el consumo final). Ésta puede ser accidental o intencional, pero en cualquier caso significa que los alimentos se pierden o estropean antes de llegar a su fase final. Esto incluye, por ejemplo, alimentos que se pierden al caerse de un transporte, así como también aquellos que siendo aptos para el consumo, no se comen porque se estropean (se golpean, por ejemplo). 

Algunos datos para tener en cuenta

  • Alrededor de 1300 millones de toneladas de alimentos producidos para el consumo se pierde o se desperdicia en todo el mundo, cada año.
  • Las pérdidas de alimentos representan un desperdicio también de recursos e insumos, como tierra, agua y energía, incrementando inútilmente las emisiones de gases de efecto invernadero. 
  • Alrededor de 108 millones de personas sufrieron de inseguridad alimentaria en el 2016, lo que implica problemas para producir y acceder a los alimentos. 
¿No te parece ilógico que habiendo tanta comida el hambre sea uno de los desafíos más importantes que debemos asumir?