Imagina la situación. Una pareja se conoce, se enamora y poco tiempo después, cuando la relación está en su mejor punto, se muda a un departamento. Ahí las cosas empiezan a cambiar poco a poco. Al principio las cosas se vuelven un poco más frías, pero parece el rumbo natural de las relaciones, no siempre todo puede ser perfecto. Sin embargo, pronto él no le permite ver a ciertos amigos, se enoja cuando no le avisa dónde está (justifica con estar preocupado) y poco a poco lo que parecía un sueño hecho realidad se convierte en una pesadilla en la que el abuso es la norma.

¿Porqué hay gente que dice amar a sus parejas y a pesar de eso abusan de ella física o psicológicamente? El abuso surge de muchos lugares que a veces la gente puede esconder muy bien al inicio de la relación, pero que siempre terminan por ser los protagonistas. Es importante notar que esto no es una justificación o redención para las personas que abusan de sus parejas, sino un vistazo a lo que sucede por la mente de sólo algunas de esas personas.

No saben aceptar el rechazo

Hay personas que crecieron con 100 % de aprobación. Siempre tuvieron todo y cuando algo les costaba trabajo o eran rechazados de cierta forma, siempre eran capaces de dar la media vuelta y alejarse. Por eso cuando en una relación algo se les niega (sexo o una simple negativa) sienten la necesidad de imponerse ante lo que los rechaza generando abuso que no siempre tiene que llegar a algo físico pero sí a través de las palabras.

No tienen empatía

Hay personas que sienten que tienen el derecho a opinar sobre los demás y a veces imponer sus puntos de vista. Cuando las relaciones hablan de si mismas como una sola persona, a veces hay alguien que desea tener el completo poder sobre los dos y minimiza a su pareja de cualquier forma posible.

Tienen sentimientos de venganza

Tal vez una discusión del pasado no sale de su cabeza y aunque dice que no tiene nada, esa persona tiene un deseo escondido de venganza y necesita sacarlo. Esto es bastante tóxico, pues cada minuto de la relación se convierte en un desfile de frases denigrantes, acusadoras y traumáticas.

Quizás no resolvieron traumas del pasado

Si una persona vivió en una casa de adictos sabe que el abuso es la única forma de expresarse, si una persona tuvo padres abusivos puede que repita el patrón o incluso si alguien vivió un abuso de otro familiar o amigo, es en la intimidad de su hogar donde reproducen lo que ellos vivieron pero ahora desde el lado del victimario y no de la víctima.

Cultura de abuso

La sociedad ha crecido abierta al abuso, no al de cualquier persona sobre otra pero hay patrones bastante claros. Las minorías, las mujeres y las personas con otras preferencias sexuales son las más propensas a sufrirlo y muchos creen que no es cierto, que es una exageración. La realidad es que hay personas a las que se les permite hacer lo que quieran y que sufren el mínimo de consecuencias por su situación económica, racial o social; una enfermedad cultural que debemos eliminar.

El abuso en cualquiera de sus formas no puede ser tolerado y está en cada uno eliminarlo. Alzando la voz, tomando consciencia, ayudando a quienes lo necesitan y frenando a quienes lo perpetúan. Si crees que alguien vive o eres tú quien vive de abuso psicológico, aquí puedes comenzar a buscar ayuda.