Desde el vientre de su madre, los padres piensan cómo será su bebé. Eligen cómo se llamará y fantasean sobre a quién se parecerá, cómo será de temperamento o qué profesión elegirá.

Inconscientemente, esas elecciones van cargando de sentido a ese bebé, que a penas nace ya tiene depositadas expectativas ajenas. Al crecer, esas expectativas pueden influenciarlo de forma positiva o negativamente.

Hay padres que, no pudiendo lidiar con sus propios deseos y fracasos los proyectan en su bebé, quien desde pequeño puede tomar eso como una "carga" a llevar toda su vida.

Por ejemplo, hay padres o madres que no pudiendo haber hecho un viaje, esperan que su hijo o hija lo hagan, o que terminen la universidad como ellos no pudieron, o sean famosos, etc, etc, etc. En algunos casos esta presión puede alcanzar niveles tóxicos que pueden terminar limitando al extremo la vida de ese niño o niña, como es el caso de algunos famosos como Luis Miguel, a quienes se los explota de pequeños para poder cumplir un sueño que no es tan propio como dicen.

Por eso, un niño explotado no necesariamente quiere decir que se lo obliga a trabajar. A veces también en otros sectores sociales, como puede pasar con un niño famoso, por ejemplo, la explotación también es una realidad, aunque en muchas ocasiones aparece de forma solapada, y la vida no es tan "fácil" o "perfecta" como parecería.

Sea como sea, los niños no nacen para cumplir mandatos ajenos, ni satisfacer expectativas que no son propias. Tienen derecho a elegir lo que quieren y desean ellos mismos.
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1. Baja autoestima

De adulto, un niño explotado es posible que tenga baja autoestima e inseguridad; ya que han estado bajo la más estricta exigencia, y bajo una mirada crítica constante. Pueden sentir que lo que son o lo que hacen no es suficiente nunca.

2. Poca tolerancia al fracaso

Por lo general, son personas que tienen baja tolerancia al fracaso. Buscan ser perfectos y están muy pendientes de lo que opinan los demás sobre ellos mismos. Pueden ser muy autoexigentes.

3. Relaciones tóxicas

A menudo, al crecer buscamos inconscientemente en una pareja recrear el primer vínculo de amor o desamor que tuvimos de pequeños. Por eso, si la relación con los padres fue de este tipo es más probable que la persona tienda sin quererlo a repetir patrones que lo lleven a estar con quien tenga alguna característica similar. Por eso es tan importante que pueda trabajarlo.

4. Adicciones

También puede pasar en casos de mucha presión y por no poder tolerar esas situaciones que las personas se vuelquen a las adicciones, como el alcohol o la droga, como ha pasado con muchos famosos.

5. Pocos vínculos sociales

La infancia de un niño explotado no es fácil. Los pequeños se estresan al querer contentar a sus padres y se aislan de sus compañeros, pudiendo resultarles más dificultoso crear vínculos profundos y duraderos.

Fuente:

Masquemadres