La Biblia es uno de los libros más influyentes de la historia y muchas personas alrededor del mundo toman su contenido como verdadero e histórico.

Es por eso que cuando un nuevo descubrimiento aparece causa tanto revuelo, más aún cuando ofrece una versión distinta de la que aparece en los libros originales. En este caso se trata de un texto egipcio de aproximadamente 1.200 años de antigüedad descubierto y descifrado en el año 2013, el cual revela algunos detalles hasta ahora desconocidos relacionados con la crucifixión y la traición de Judas.

El documento es considerado apócrifo por muchos especialistas, lo que significa que se duda de su veracidad. No necesariamente quiere decir que sea un texto fabricado con la intención de engañar a los creyentes, pero tampoco significa que sea del todo preciso. Sin embargo, es posible que los creyentes de la época sí lo consideraran verídico, según Roelof van den Broek, experto en materia cristiana en los Países Bajos.

El documento describe la última cena, la traición de Judas y la relación de Jesús con Poncio Pilato, el juez romano que autorizó la crucifixión. Si bien existen mucho apócrifos que relatan distintas versiones de estos eventos, este documento contiene dos revelaciones sin precedentes: que Pilato ofreció cambiar la vida de su propio hijo por la de Jesús y que Jesús era capaz de cambiar de forma.

Según exponen las traducciones, Jesús se reunió con Pilato en el hogar del juez y lo bendijo. Al estar frente a frente, Pilato le dijo al Mesías: “Bueno, entonces, he aquí, ha llegado la noche, levántate y retírate, y cuando llegue la mañana y me acusen por ti, les daré el único hijo que tengo para que puedan matarlo en tu lugar”. Jesús agradeció sus buenas intenciones, pero se negó al acuerdo y le demostró que, si lo deseara realmente, podría escapar fácilmente al desvanecerse en el aire y desaparecer por un tiempo.

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Esta capacidad para cambiar de forma no tiene precedentes en los libros de la Biblia o en otros apócrifos cristianos, y está fuertemente relacionado con la traición de Judas, que también describe el texto. Según esta versión, Judas traicionó a Jesús por medio de un beso, pero la razón por la que lo besó tampoco tiene precedentes: según este apócrifo, Judas besa a Jesús para que los soldados romanos puedan reconocerlo.

Debido a que Jesús tendría la capacidad de cambiar de forma, era capaz de cambiar el color de su piel e incluso aparentar ser un anciano, lo que dificultaría identificarlo y arrestarlo. De esta forma, el beso es la forma en la que Judas le hizo saber a los soldados quién era Jesús para que procedieran a capturarlo.

El texto también cambió la fecha de la Última Cena y el arresto de Jesús el martes por la tarde en vez del jueves, que hoy en día es considerado el Jueves Santo y se conmemora con ceremonias religiosas. Según Van den Broek, es curioso que el texto cambie la fecha de un evento tan importante como si la versión bíblica no existiera.

La veracidad de este documento es muy debatida, pero su existencia es comprensible. En Egipto, la Biblia se considera sagrada desde el siglo IV o V, pero las historias locales y regionales eran populares entre los cristianos egipcios de la época, por lo que no cuesta trabajo pensar que algunos monjes creyeran sinceramente en esta versión de los hechos.

Sin embargo, hasta que sea reconocido por la Iglesia, este texto seguirá siendo apócrifo.