En Brasil, un grupo de alumnos de la Universidad Cardenal Herrera (CEU) de San Pablo desarrolló como proyecto final en su carrera de Arquitectura la propuesta de reutilizar y convertir los contenedores verdes de vidrio que están instalados en las calles para desechar este tipo de materiales, dándoles una nueva función al final de su vida útil. Estas son las tres ideas que han tenido.

1. Refugios de montaña

En un primer lugar, los alumnos proyectaron construir refugios que pudieran servir, por ejemplo, en la alta montaña, para emergencias por condiciones climáticas desfavorables (con el equipamiento necesario para la localización y supervivencia); o para puestos de vigilancia de reservas naturales.

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2. Juegos para niños

También, han proyectado un fin lúdico que sería reutilizar varios de estos contenedores para crear un parque de túneles para que los chicos puedan jugar y aprender sobre estos materiales. Éste podría instalarse en espacios públicos, escuelas, hospitales y otros sitios.

3. Refugios para aves

Por último, también han propuesto la transformación de estos contenedores en refugios móviles para aves, especialmente gallinas, de manera que puedan ser fácilmente transportadas a fincas o jardines dedicados a la obtención de abono ecológico, ganadería y alimentación de baja escala. Hay quienes, en este punto, desacuerdan debido a que implicaría estar a favor de la ingesta de productos animales, con todo lo que ello implica, aunque sea a pequeña escala. Pero también, podrían utilizarse, en lugar de esto, como cobertizos para huertos; un punto propuesto que ha tenido más consenso.

¿Para qué se te ocurre utilizarlos a ti? 

El proyecto fue escogido junto con otros dos, dentro de las más de 50 ideas presentadas. En este caso particular, la Universidad ha firmado un acuerdo con Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio desechados en contenedores de España, mediante el cual dichos contenedores podrían tener nuevos usos. En este país se calcula que hay alrededor de 200 mil contenedores en las calles, donde se recogen un promedio de 2 millones de kilos de vidrio al día. Por eso las expectativas y las posibilidades de trabajo conjunto serían una manera positiva de sumar energía, y ampliar la vida útil de algo que, a su vez, ya está haciendo mucho por reducir la cantidad de residuos.

Y ti, ¿qué manera de prolongar la vida útil de lo que tienes al alcance se te ocurre?

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