Las redes sociales han marcado un antes y un después en la forma en la que nos relacionamos con los demás. Desde mantenernos al tanto de la vida de nuestros seres queridos a casos insólitos de personas que jamás se habían conocido si no tuvieran un perfil en línea.

Este es un caso muy especial, ya que se trata de dos gemelas, Anaïs y Samantha, que jamás se habrían conocido si no fuesen tan activas en las redes sociales.

Ambas nacieron en Corea del Sur el 19 de noviembre de 1987, pero fueron separadas al nacer y la vida las llevó por caminos muy distintos. Habían sido entregadas en adopción, pero no sabían que tenían cada una una hermana gemela idéntica a ellas.

Anaïs es una diseñadora de moda francesa que vive en Londres y Samantha es una actriz que vive en Los Ángeles. El destino las unió de la forma más inesperada.

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Un amigo de Anaïs encontró a una chica idéntica a ella en un video de YouTube y lo compartió. Esta chica era, por supuesto, Samantha. Al principio no conocía su nombre, pero con la ayuda de otro amigo descubrió que su nombre era Samantha Futerman y había participado en 21 & Over.

Con esta información, Anaïs indagó en los perfiles de Samantha hasta descubrir que había nacido el mismo día que ella. Finalmente se armó de valor para contactarla y confirmó que todas sus sospechas eran ciertas: eran hermanas y ninguna de las dos lo sabía.

Se comunicaron por Facebook, video llamadas de Skype e incluso intercambiaron documentación para asegurarse de que era cierto, pero siempre lo había sido y ninguna podía evitar sentir una conexión especial con la otra. Fue en este momento que los instintos cinematográficos de Samantha entraron en acción y decidió contar su historia en un documental.

Esta insólita historia fue contada en el documental Twinsters, que recaudó 82.400 dólares con una campaña de Kickstarter. Se estrenó a principios de 2015 en el Festival de Cine SXSW y luego en julio llegó a Los Ángeles y a otras 35 ciudades.

Historias como esta nos hacen preguntarnos, ¿cuántos gemelos habrá en el mundo que nunca se han conocido, y quizás nunca lo harán?

Podemos estar un poco más tranquilos al pensar que, con ayuda de las redes sociales, todos tienen las mismas oportunidades de reunirse con su familia, como Samantha y Anaïs.