Stella es el prototipo del primer automóvil familiar que funciona con energía solar. Puede recorrer 800km con una sola carga y alcanza velocidades de 130km/h.

El vehículo fue desarrollado por por 21 estudiantes holandeses del grupo Solar Tam Eindhoven con base en la Universidad de Tecnología Eindhoven de Holanda. Tiene capacidad para cuatro personas, pesa 390kg, mide 4.6 m de largo y menos de 1,2 m de alto. Su estructura está hecha de fibra de carbón y su forma aerodinámica ayuda a aumentar su autonomía. Los paneles solares de 1,5 kilowatts, que tienen un costo aproximado de US$4,260, le dan energía a la batería de litio del auto. En la parte de atrás, éstos se elevan para revelar una baúl.

Stella produce el doble de energía de la que consume para conducir en distancias normales. Así, puede recorrer 800 km con una sola carga a velocidades de 130km/h gracias al gran panel solar que está colocado por encima del vehículo. Esto no sólo hace que se cargue solo, sino que también permite aumentar la distancia que el autmóvil es capaz de recorrer en un día de sol.

El vehículo está pensando para desplazamientos por carretera. Se diferencia de este modo de los otros automóviles solares, diseñados para competición. Aún así, ganó la carrera World Solar Car y obtuvo la clasificación Michelin Cruiser por completar un viaje de 3.000 km desde Darwin a Adelaide en Australia en 2013. El modelo fue presentado en la National Drive Electric Week, una de las ferias de coches eléctricos más importantes del mundo.

Además de ser el primer automóvil solar familiar, posee otras características innovadoras: le muestra al conductor cuándo van a cambiar las luces del semáforo e incluye un volante que se expande cuando funciona a velocidad y se contrae cuando anda más lento.“

"Fue genial ver a todas las personas mirándonos; apurándose a sacar sus celulares para tomarnos fotografías mientras manejábamos", le dijo Lex Hoefsloot, el director Solar Team Eindhoven a Dailymail luego de que el vehículo recorriera los 619km que separan Los Ángeles de San Francisco. Los creadores de Stella esperan que el vehículo sea producido en masa y se vuelva común en las carreteras.