Pocas cosas suelen ser, para los deportistas profesionales, más importantes que su carrera. Pero una de ellas es la familia. Así fue para Lulo Benítez, un delantero argentino que decidió dejar el fútbol para donar una porción de su hígado a su sobrino Milo, de apenas 9 meses de edad. 

Alejandro "Lulo" Benítez era hasta hace pocos días uno de los goleadores históricos de Central Larroque, un equipo que juega en el Torneo Argentino C. Sin embargo, una noticia cambió por completo el curso de su vida. 

Milo es el tercer hijo de la hermana del futbolista y tiene 9 meses. Cuando nació, los médicos notaron que algo no iba bien, y pronto le diagnosticaron una obstrucción anómala en los conductos que comunican el hígado con la vesícula. Solo había una solución posible: un trasplante. 

La primera candidata a ser donante fue Natalia, la propia mamá del bebé. Pero, aunque era compatible, los médicos la descartaron por estar operada del corazón: donar parte de su hígado sería muy peligroso para ella. 

La siguiente opción fue el jugador, que afortunadamente fue compatible. Aunque supo que después de una operación de esa magnitud no podría volver a jugar profesionalmente al fútbol, no lo dudó.

El futbolista fue operado para extraer parte de su hígado y, aunque surgieron inconvenientes en el quirófano, el trasplante fue un éxito. El niño ya se está recuperando y su familia afirma que la mejoría se notó de inmediato.

Benítez explicó a los medios lo que él y su familia sintieron y cómo sigue el bebé:"Entró muy mal al hospital, estaba desnutrido, de color verde... Pero ya está recuperando." "Por suerte ya está mejor que yo. Eso me pone feliz". El ex jugador expresó que nunca va a arrepentirse de lo que hizo. 

El jugador y su sobrino están terminando de recuperarse. Pero eso no es lo único que pone contenta a esta familia: además, Benítez acaba de enterarse de que va a ser papá. ¡Otro milagro de vida!