Amanecimos hoy con la terrible noticia de que un terremoto azotó México durante la noche. Fue el más potente registrado en el país, con una intensidad de 8,2 en la escala de Ritcher.

A pesar de que el epicentro del fenómeno natural se registró a 137 kilómetros al suroeste de Tonalá, Chiapas, el sismo llegó a sentirse en la capital y hasta en países vecinos.

En medio de la desolación por lo sucedido, muchas personas han expresado a través de las redes sociales su desconcierto al ver unas extrañas luces en el cielo, semejantes a las auroras boreales.

Aunque algunos lo pueden relacionar con causas “mágicas”, y otros creen que tiene que ver con tormentas, lo cierto es que su aparición tiene una explicación científica que se relaciona directamente con el movimiento de la tierra.

Triboluminiscencia o Luces de terremoto

luces de terremoto

Las misteriosas luces que aparecen con los terremotos son llamadas, por ello, “luces de terremoto” o “triboluminiscencia”. Se trata de una emisión de luz provocada por la deformación mecánica de las placas de la tierra.

Según explican científicos de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, este fenómeno se debe a la gran carga energética que se produce a causa de los deslizamientos del suelo cerca de las fallas geológicas de la Tierra.

Por decirlo de otra manera, los rayos de tormenta se producen en el cielo como resultado de acumulación de carga eléctrica en las nubes. El fenómeno que se registra con los terremotos es similar, pero, en este caso, el aumento de carga eléctrica se produce en el suelo cuando la tierra se rompe.

El color de las luces que aparecen tiene que ver con los minerales que predominan en el suelo en el que sucede el fenómeno. Por ejemplo, durante el terremoto sucedido en Perú en agosto de 2007, el cielo se llenó de luces verde y rojas.

¿Pueden servir para prevenir el desastre?

Luces de terremoto

La primera documentación acerca de este fenómeno data desde los años 1600. Más cerca de nosotros, se han visto antes del terremoto de San Francisco de 1906; en Quebec, Canadá, en 1988; y en el sismo de L'Aquila, Italia, en 2009, sólo por mencionar algunos casos.

La triboluminiscencia puede aparecer antes o durante los movimientos sísmicos, pero, a pesar de que es relativamente común, no aparece en todos los casos.

Los científicos aún no tienen una respuesta contundente acerca de por qué en algunos terremotos se producen estas luces y en otros no. Pero no se pierden las esperanzas de que este fenómeno pueda en algún momento utilizarse para prevenir desastres en el futuro. Aunque los terremotos no podrían detenerse, sí se podría llegar a evacuar a tiempo a la población.

Tanto así que ya se han iniciado proyectos para observar y registrar estas luces en zonas especialmente vulnerables a los movimientos sísmicos.