¿Qué es lo que está matando a miles de peces en Chile?

En los últimos días, los habitantes de las comunidades cercanas a Toltén, en Chile, se encontraron con un angustiante panorama en las orillas del río Queule.

Millones de sardinas aparecieron muertas en la costa. Pero no es la primera vez que animales marinos aparecen misteriosamente muertos en este país: en enero de este año, fueron calamares gigantes, y antes, leones marinos y ballenas.

La causa de la muerte de más de 10.000 calamares gigantes nunca quedó en claro y tampoco la de 100 leones marinos bebés. 

¿Qué puede estar ocurriendo?

Ante la muerte de los calamares gigantes, las autoridades anunciaron que esto podía estar vinculado con el aumento de la temperatura del agua debido al fenómeno de el niño, pero también pudo haber sido causado por la contaminación. Aun el misterio no se resolvió.
 
En este nuevo caso, también se habló de una posible falta de oxigenación en las aguas causada por la corriente del niño... Pero causas como la contaminación, una bacteria o el calentamiento global no se descartan.

También existe una hipótesis que sostiene que, en algunos casos, barcos pesqueros extranjeros se deshacen de su propia pesca porque encuentran animales de mayor valor, y desocupan espacio arrojando los pescados al agua. Ésta sería la causa de que algunos de los peces estén decapitados.

En otros casos similares alrededor del mundo, las muertes de animales marinos se debieron a algas tóxicas o virus y bacterias que comenzaron a propagarse en ríos u océanos.

Consecuencias

Los habitantes creen que debería declararse la emergencia sanitaria. Se calcula que hay alrededor de 8 mil toneladas de peces muertos. Algo similar había ocurrido en 2008, pero el problema había sido mucho más pequeño. 

Los depredadores naturales de las sardinas, como las gaviotas, no dan a basto a comer tantos peces muertos, por eso han entrado en proceso de descomposición. Tales cantidades de pescados podridos generarían, además de mal olor, peligros para la salud de las personas que viven cerca de la región.

Los propios habitantes comentaron su preocupación en los medios de comunicación y explicaron que creen que si los peces muertos no se retiran, el olor será tan insoportable que deberán evacuar la zona, y se deberá declarar emergencia sanitaria porque la salud de quienes trabajan en el río o de los niños que se acercan cada día podría estar comprometida, ya que no se sabe todavía qué causó la muerte de estos animales.