Cuando hablamos de un plano espiritual o de expandir nuestra consciencia, no podemos olvidar que la mente y el cuerpo no pueden pensarse por separado; sin cuerpo no seríamos nosotros mismos.

En este sentido, el sistema endócrino es considerado un portal de acceso clave que une las funciones físicas con la experiencia espiritual. Este sistema incluye las siguientes glándulas:

  • el hipotálamo,
  • la hipófisis,
  • la glándula tiroidea,
  • las glándulas paratiroideas,
  • las glándulas suprarrenales,
  • la glándula pineal; y
  • las glándulas reproductoras (ovarios y testículos).


Estas glándulas utilizan hormonas que viajan por el sistema sanguíneo para realizar cambios en nuestro cuerpo, emociones, conocimiento y energía.

De todas ellas, son el hipotálamo, la hipófisis y la glándula pineal las que juegan un rol particularmente importante en las experiencias espirituales.

¿Qué es la glándula pineal?

La glándula pineal está ubicada en el centro del cerebro y es la fuente dominante de melatonina, la hormona que regula el sueño, influye en el humor y funciona también como un agente antioxidante y anti estrés. Tradiciones ancestrales vinculadas con lo espiritual asocian la glándula pineal con la activación del Tercer Ojo hacia una visión interna y de sabiduría.

[También puede interesarte: Glándula Pineal: aprende qué es, su función y cómo activarla].

Existen algunas prácticas sencillas que se utilizan para activar la glándula pineal y expandir tu conciencia. Puedes experimentarlas para conectarte con este portal que te abrirá el acceso a tu mundo interior:

1. Respiración

Los ejercicios de respiración activan la glándula pineal y la hipófisis al mismo tiempo que estimulan el flujo del líquido cefalorraquídeo. Es tan sencillo como sentarse unos minutos por día a respirar con consciencia del acto.

2. Golpear suavemente la frente

Golpear suavemente tu frente en la zona entre las cejas activa la glándula pineal a través de la vibración.

3. Cantar

Cantar o murmurar produce vibraciones que activa las glándulas, entre ellas la pineal.

4. Presionar la lengua

Presionar la lengua contra el paladar activa la glándula pineal y el hipotálamo.

5. Frotar los ojos

Cuando frotas tus ojos la conexión muscular activa la hipófisis.

6. Permanecer en la oscuridad

La oscuridad activa la glándula pineal y estimula la producción de melatonina. Esto ayuda en la activación del Tercer Ojo.

7. Reír y sonreír

Sonreír permite que ingrese más luz en tu cuerpo y, junto con la risa, reduce el estrés y relaja el cuerpo. Además estimula la liberación de endorfinas y promueve una sensación de bienestar. La relajación aumenta el flujo de la sangre lo que amplifica el efecto de las hormonas segregadas por las glándulas.

¿Has experimentado alguna transformación luego de realizar estas prácticas ancestrales? ¡Comparte tu experiencia!