Los ñoquis son una comida tradicional italiana, de hecho su nombre proviene de la palabra gnocchique significa "bollo" o "grumo" para los habitantes del país famoso por sus pastas. Con esta receta simple podrás crear una versión saludable sin utilizar harinas blancas e incorporando todas las propiedades nutricionales del salvado de avena y la espinaca.

El salvado de avena te ayudará a reducir el colesterol, prevenir el cáncer de colon, aliviar el estreñimiento e incorporar fibra, lo cual aumentará tu sensación de saciedad en el estómago. 

La espinaca, por su parte, está compuesta en su mayoría por agua y su contenido de hidratos de carbono y grasas es muy bajo. Además, posee un alto contenido de fibra, contiene cantidades elevadas de vitamina A, C y E; todas ellas de acción antioxidante. Las espinacas también son ricas en calcio, hierro, magnesio, potasio, sodio, además de presentar también buenas cantidades de fósforo y yodo. Todas estas propiedades estarán incluidas en un plato delicioso y saludable para compartir con tu familia, pareja o amigos. 

Ingredientes

Para dos personas

-2 claras de huevo (conoce cómo puedes sustituir el huevo en tus preparaciones
-250 gramos de ricota magra 
-1 taza de espinaca cocida y escurrida (conoce cómo cocinarla al vapor para mantener intactas todas sus propiedades)
-2 cucharadas colmadas de salvado de avena (si eres celíaco puedes reemplazarlo por harina de arroz por ejemplo)
-4 cucharadas de leche en polvo 
-Condimentos a gusto (sal, pimienta y nuez moscada)  
-Acompañamiento: salsa de tomate o rúcula con una cucharada sopera de queso en hebras 

Preparación

1. En un recipiente, mezclar la ricota con los huevos, la espinaca y la leche en polvo.
2. Procesar la preparación. Debe quedar una mezcla homogénea. 
3. Agregar el salvado de avena y condimentar a gusto con sal, pimienta y/o nuez moscada. 

4. Formar una masa, cortar con ayuda del cuchillo en tiras y luego en cuadrados más pequeños. 
5. Dar forma con ayuda de un tenedor. 
6. Colocar los ñoquis en una placa y llevarlos al refrigerador por unas cuantas horas hasta que se endurezcan un poco. 
7. Una vez que la consistencia esté lista, cocinarlos en una olla con agua hirviendo durante 1 minuto cuidando que no se desarmen. 
8. Para acompañarlos puedes servirlos con salsa de tomate o con algunas hojas de rúcula, espolvoreando queso en hebras por encima. 

Así quedará terminado tu plato sano, sabroso ¡y sin harinas! 

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