Los amantes de la naturaleza se preguntan cómo es posible ayudar a los animales que son utilizados para producción y alimento. Algunas respuestas posibles tienen que ver con informarse acerca del origen del producto, para consumir solo aquellos que provienen de productores que respetan el código de bienestar animal. Sin embargo, muchos señalan que esto es imposible.

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De hecho, gran parte alude a que ha tratado de ser vegetarianas o veganos a fin de hacer algo por el sufrimiento de tantos animales, pero para algunos resulta algo prácticamente imposible porque no pueden resistir a una parrillada, un estofado o un sándwich de bacon.

A pesar del impacto que pueden tener los videos o imágenes que cuentan la triste realidad de diferentes animales, hay personas que simplemente no pueden dejar de comer carne. Por eso, desde Protección Animal Mundial, queremos brindarte una solución para que también puedas contribuir al bienestar animal y al cuidado del planeta.

Hacia una solución

Para quienes quieren producir un impacto positivo en el ambiente, hacerlo no tiene por qué significar un sufrimiento.

Si más personas comenzaran a disminuir gradualmente el consumo de carne y, al mismo tiempo, elevaran la compra de aquella que proviene de granjas o establos donde se respeta el código de bienestar animal, sería posible ayudar a billones de animales de granja que son utilizados para producción cada año.

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De los 70 mil millones de animales criados anualmente, cada año 50 mil millones son utilizados para producción y tratados como una pieza de engranaje de una máquina, más que como un ser vivo que respira, vive y siente. Lamentablemente, padecen sus cortas y miserables vidas, pues frecuentemente son apiñados todos juntos en jaulas, cajas o gallineros donde no pueden desarrollar su comportamiento natural.

Acción y toma de conciencia

De hecho, muchos animales son seleccionados cuidadosamente para acelerar su proceso de desarrollo y crecimiento. Como consecuencia, cojeras, debilidad o huesos rotos, infecciones y fallas orgánicas se tornan síntomas muy comunes en estos seres vivos.

Por este motivo, las personas necesitan pensar realmente qué es lo que eligen colocar en su carrito del supermercado. Cuando se evita la compra de productos cuyo origen es cruel con los animales, los consumidores están apoyando a aquellos granjeros que hacen las cosas de forma correcta.

Es claro que al reducir el consumo de carne, habrá menos presión sobre los granjeros que han industrializado su sistema a fin de satisfacer la excesiva demanda global de carne. No son solo los animales quienes se benefician con este cambio, sino todos. Según el British Medical Journal (BMJ), comer menos carne reduce las posibilidades de contraer cáncer, enfermedades del corazón, paros cardíacos, diabetes, infecciones y afecciones del riñón o pulmón, entre otras.

Contribuyendo con el ambiente

Reducir el consumo de carne también tiene beneficios para el planeta. Hoy día, la producción de ganado aporta cerca de un 15% de emisión de gas al efecto invernadero, lo que suma más que todos los autos, aviones y otras formas de transporte juntas.

Es decir que millones de vacas criadas para producir carne están despidiendo una enorme cantidad de metano, generando un enorme efecto contaminante en el planeta. Por ello, la producción de carne debe empezar a ser considerada como un tema serio a tratar.

La buena noticia es que, probablemente dentro de poco tiempo, podamos comer carne sin generar un impacto en el bienestar de los animales, de nuestra salud y del planeta. Académicos y empresarios están trabajando duro para aumentar proporcionalmente la producción de “carne limpia”, producida a partir de células madres cosechadas y que cuenta con la posibilidad de llegar a los supermercados en pocos años.

Gracias a ella, se reduciría dramáticamente la emisión de gases de efecto invernadero, la grasa contenida en la carne y los antibióticos u hormonas que ésta puede llegar a tener. De modo que quienes no pueden ser vegetarianos o veganos, también tienen posibilidades de contribuir a un cambio positivo.

Protección Animal Mundial no es una organización vegetariana o vegana, pero sí entiende el enorme efecto positivo que produce la reducción del consumo de carne en los animales, las personas y el ambiente, así como también la preferencia de consumir aquella que proviene de condiciones de producción en la cual se practica el bienestar animal.

¡Comprométete a reducir el consumo de productos cuyo origen no respeta el derecho que tienen los animales a vivir una vida digna! Para firmar la petición de Protección Animal Mundial que le solicita a los supermercados que obtengan su cerdo de fuentes, pincha aquí.