A pesar de que lapalabra cantina surge del italiano que sugiere algo como “cava de vino”, que asu vez surge del latín canto, enMéxico encontró un nuevo significado. Mientras en el viejo continente sugiereun lugar para vender vino, México lo transformó en un sitio que a lo largo detoda su historia lo ha acompañado para curar penas, desahogar el dolor, crearamistades y a veces hasta terminarlas.  

cantinas

La cantina se podría confundir con un bar, pero tiene sus propias cualidades. Se trata de un espacio en el que han deambulado presidentes, artistas, trabajadores, intelectuales, revolucionarios y más. No importa la clase o posición social, las cantinas están abiertas a cualquiera (aunque en el pasado sólo los hombres podían frecuentarlas, desde hace unos años las mujeres son bienvenidas).  

cantina mexicana

Hay cantinas que se fundaron casi con la misma creación del país, aunque ahora las más antiguas se remontan a 1870 y su concepto ha variado poco en ese tiempo. La conquista española y la tradición novohispana fueron necesarias para el nacimiento de estos lugares, pues mientras el español gustaba de un lugar en el cual tomar una copa de vino y hablar, el mexicano gustaba de sentarse y comer mientras bebía.  

cantina

Ya es una tradición que incluso se está perdiendo, que en la compra de tres tragos, la “botana” (una serie de platillos que conforman una comida completa) sea gratis. Con el tiempo, las cantinas se han transformado. A pesar de que no han muerto, durante muchos años fueron olvidadas por gran parte de la población e incluso menospreciadas, pero con el propósito de recobrar la cultura mexicana que se perdía ante la globalización, las cantinas (junto al mezcal, el pulque y otras bebidas) tuvieron un renacimiento.  

Se han convertido en refugio de gente que necesita olvidar un desamor o recordar esa vieja amistad que se perdió. Entre música (en vivo o grabada) las cervezas, las cubas y los tequilas se mueven de mesa en mesa para que se disfruten a la velocidad que el comensal desee.  

Hoy hay nuevas cantinas que suelen ser más lujosas que las clásicas, pero son las últimas esas que necesitan a la gente. Son sitios que cuentan la historia, no sólo la del lugar y la gente, sino la de todo un país que por más de 200 años ha sufrido tanto que sólo ahí puede sacar todas sus penas.