Así como a nuestro alrededor hay personas que nos nutren y hacen crecer también hay otras que en nuestro camino se nos aparecen como grandes maestros que nos enseñan que cuidarnos a nosotros mismos debe ser siempre la prioridad, sin que eso implique necesariamente caer en actitudes egoístas o faltas de empatía. 

El budismo, frente a esto tiene para enseñarnos un gran aprendizaje que aquí te comparto a través de una parábola. 

[Lee también: Pequeñas enseñanzas del budismo que pueden cambiar tu vida]

Cuenta la leyenda que, en cierta ocasión, un hombre se acercó a Buda y le escupió a la cara, sin antes pronunciar ni una palabra. En seguida, sus discípulos se enfurecieron. Uno de ellos, incluso, le dijo a Buda:

- ¡Dame permiso para darle su merecido a este hombre!

Pero Buda pacientemente se limpió su rostro, y le dijo que prefería ser él quien hablara. Unió sus manos en señal de reverencia y le dijo al hombre: 

- Gracias. Con tu gesto me has permitido comprobar que la ira me ha abandonado. Te estoy profundamente agradecido. Tu gesto también ha demostrado que a mis discípulos todavía puede invadirle la ira. ¡Muchas gracias! ¡Te estamos muy agradecidos!

[Lee también: 25 frases budistas que nunca olvidarás]

El hombre, conmocionado, no podía creer lo que escuchaba. Al día siguiente, agobiado con un gran remordimiento, volvió a pedirle Perdón, pero Buda respondió: 

-Yo no puedo perdonarte, porque para ello deberías haberme enojado y eso nunca sucedió.

¿Qué podemos aprender de esto? 

Ignorar a alguien, aunque puede tener una connotación negativa, a menudo es todo un arte de amor propio. Ignorar implica no permitir que las palabras, actitudes y comportamientos dañinos de los demás incidan en nuestro equilibrio interior, protegiéndonos a nosotros mismos. 

[Lee también: Cómo diferenciar amor propio de egoísmo]

Se trata de aprender, en ciertos momentos, a ignorar a determinadas personas; quizás no necesariamente esto implique alejarse de ellas para siempre, o si, pero es cuestión de que sepas cómo cuidarte a ti mismo. 

 3 cosas que es bueno que ignores

1. Críticas no constructivas, que apunten a hacernos daño en lugar de ayudarnos a crecer.
2. Acciones que puedan dañarnos o perturbar nuestro equilibrio.
3. Intentos de control y manipulación a través de la culpa, el "amor" o el sentido de responsabilidad. 

Deja que los demás te hablen con amor, y habla así también tú. Recuerda que todo a tu alrededor es un constante aprendizaje y que tú eres dueño y artífice de tu propio camino.