La forma en que nos alimentamos en el mundo está cambiando a un ritmo vertiginoso que parece estar más diagramado por las compañías que por las sociedades. Esto no hace más que poner en jaque nuestra "soberanía alimentaria", es decir, el derecho de los pueblos de producir y distribuir sus alimentos, garantizando una alimentación sana. 

Los cambios que estamos viviendo hoy: los alimentos genéticamente modificados, los agroquímicos usados en la producción, los métodos de cría de ganado... Todo apunta a maximizar los beneficios a cualquier costo. Y, aunque ahora nos resulte invisible, traerá muchos cambios incluso en nuestro cuerpo, ya que lo que comemos es parte de lo que somos. 

El lanzamiento de una bebida capaz de reemplazar las comidas va en esta línea. Y aunque parece una idea para un film de ciencia ficción, no nos resulta ya tan extraño. 

Se trata de una start-up checa fundada por Heaven Labs que lanzó "MANA", una bebida que promete cubrir una quinta parte de las necesidades diarias de vitaminas y minerales esenciales, siendo 100% natural, y sin exceder la cantidad requerida de calorías. De esta manera, desde su composición nutricional está diseñada para reemplazar cualquier comida del día.

Sus creadores señalan que ésta: “Es la comida líquida más ecológica y eficiente jamás creada”, dado que se elabora a base de proteínas de origen vegetal, contiene carbohidratos, grasas, fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y oligoelementos; y no posee toxinas, metales pesados o sustancias cancerígenas. En sus ingredientes se encuentran: aceite de coco, fibra de avena, vitamina K2, aceite de algas, isomaltulosa, proteína de soja, goma arábiga, girasol, semilla de lino, oligosacáridos del maíz y lecitina de soja.

A favor y en contra
 
Desde la compañía señalan que ésta es una opción práctica para las personas que no tienen tiempo para cocinar, comen alimentos vacíos o insuficientes a nivel nutricional.

Pero, quienes están en contra se preguntan si ésta no sería una manera de "tapar" un problema más profundo que tiene que ver con el poco tiempo que le dedicamos a nutrirnos, a compartir con otros la comida, y la calidad de los alimentos que se nos ofrecen más fácilmente en los mercados. 

¿Tú qué opinas? ¿En verdad preferirías esto?