Vivimos en un mundo cada vez más conectado, donde nos enteramos de las tragedias tan solo minutos después de que ocurren, incluso desde el otro lado del mundo.Los noticieros por televisión, por radio, portales de internet, en todos se pueden ver o escuchar palabras, imágenes y videos que pueden impactar incluso a los adultos, y en el caso de los niños pequeños la marca puede ser aún más duradera, porque la mayoría no entiende por completo lo que está sucediendo.

A pesar de que los medios de comunicación nos han acostumbrado a estas imágenes, pueden tener un impacto muy negativo en los niños y dejarlos con recuerdos muy desagradables. Como padres, hermanos y familiares en general, el primer paso es restringir el acceso de los más pequeños a los noticieros, emisoras de radio y portales de Internet que difundan noticias impactantes.

Pero, ¿qué pasa si ellos preguntan directamente? Hay que responderles con la verdad, pero no es necesario darles detalles a los que ellos no iban a acceder por su cuenta.

También hay que explicarles qué estamos haciendo para prevenir que nos ocurra algo similar, y qué podemos hacer para ayudar a los damnificados.

Cuando presencien alguna escena impactante, estas son algunas recomendaciones:

• En niños pequeños, se puede jugar la situación hasta que pierda la fuerza impactante, con explicaciones de por medio.
• A partir de los 8 o 9 años, es preferible que dibujen o escriban historias que les ayuden a descargar los sentimientos negativos.
• A partir de la adolescencia, basta con hablar francamente del tema y repasarlo cuando ellos lo necesiten, ayudarlos a entender lo que pasó y por qué pasó. 

El objetivo es que los niños crezcan con los recursos necesarios para entender las noticias difíciles con claridad y madurez, en todas sus dimensiones. No solo cuando se trata de medios de comunicación, sino para noticias inesperadas o desafortunadas en general.