Estar en pareja no es para nada "un lecho de rosas" como parece. Con el enamoramiento de los primeros meses todo puede verse perfecto. Tendemos a idealizar al otro, a realzar sus virtudes y omitir sus defectos, y a soñar y crear un mundo que siempre nos llena los ojos de ilusión. Pero cuando el enamoramiento se cae, entramos en crisis. De repente eso que creíamos tan perfecto, no lo es. Empezamos a notar defectos, comienzan los conflictos y ya no nos sentimos tan "enamorados" como antes.

¿Qué es lo que pasa? Algo mucho más normal de lo que crees. A todas las parejas les sucede. Si te pasa esto, ¡no desesperes! Estás en un "momento bisagra". Aunque puede parecerte que todo pende de un hilo, no necesariamente tiene que ser así. Si trascienden esto, podrán pasar a la siguiente etapa y profundizar en un amor mucho más real. 

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1. No están de acuerdo

Estar en pareja no es pensar igual siempre. Es normal que tengan opiniones diferentes sobre distintas cosas, y eso puede generar algunas discusiones. Pero no hay ninguno que "tenga razón"; pueden verlo desde ópticas opuestas, el tema es que aprendan a respetarlo. Si eso tiene que ver con lo que significa para cada uno el amor, la fidelidad u otras cuestiones que sí inciden sobre la pareja, deberán llegar a un acuerdo. 

2. No comparten los mismos gustos

Otra de las ilusiones del amor romántico es que "hay que compartir todo". La falsa idea de las "almas gemelas" o las "medias naranjas" que se encuentran. Debes entender que lo bueno de compartir con el otro, ¡es que sea diferente a ti! Así será tu maestro/a, podrá enseñarte nuevas cosas, y hacerte ver un ángulo de las circunstancias que no tenías en cuenta. 

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3. No están tan pegoteados como siempre

Es normal que después de la etapa de enamoramiento, ya no necesiten estar tan pegoteados como hasta ahora. Es posible que quieran volver a ver a sus amigos, si tuvieron un momento de dejar de verlos con tanta frecuencia, compartir espacios separados e incluso no estar tan afectivos como siempre. Esto no necesariamente tiene que significar el fin del amor, sino que podría representar el comienzo de una etapa de mayor madurez. 

4. El sexo ya no es tan frecuente

Por lo mismo que el punto anterior, puede pasarte en esta etapa que ya no quieras tener sexo con tanta pasión o frecuencia que antes. Esto tampoco podría ser el fin de la relación, sino una nueva etapa donde pueden empezar a compartir otras cosas también, que tienen más que ver con el gusto por sentir la compañía del otro.

Claro que estas señales dependen mucho de cada pareja y del momento particular que esté atravesando cada una. Por eso, lo mejor que puedes hacer es:

  • No perder nunca tu intuición. Si hay algo dentro de ti que te dice que las cosas no van bien, escúchalo.
  • No perder de vista nunca tu propio deseo. Cuídate y respétate ante todo.
  • Habla con tu pareja. Conversa siempre desde el amor y el respeto para hacerle entender al otro que es lo que te pasa, y escucharlo a él/ella. Trabajar la empatía es la mejor manera de sentar una buena base.