Detrás de los problemas que más afectan a América Latina, como la pobreza, el hambre y la dificultad en el acceso a una vivienda digna, se encuentra un conflicto histórico que aun no se ha resuelto: la disputa por la tierra

Nos hemos acostumbrado a creer que éste es un problema que solo afecta a quienes viven en el campo; sin embargo, los efectos de la concentración en el acceso y control de la tierra yen el reparto de sus beneficios, inciden en toda la región. 

Un informe dela confederación internacional de organizaciones OXFAM, titulado "Desterrados: tierra, poder y desigualdad en América Latina" estudia esta situación y revela la violación de derechos humanos que están sufriendo miles de comunidades a causa de la tierra. 

desigualdad tierra

De acuerdo al informeAmérica Latina es la región del mundo con mayor desigualdad en la distribución de la tierra: "El 1% de las fincas utiliza más tierra que el 99% restante. El caso más extremo es el de Colombia, donde más del 67% de la tierra productiva está concentrada en el 0,4% de las explotaciones. Chile y Paraguay no se quedan atrás en desigualdad, pues en estos países el 1% de las explotaciones acapara más del 70% de la tierra". 

¿Qué hay detrás de la concentración de la propiedad de la tierra? La expansión de un modelo extractivista, basado en la explotación de recursos naturales para producir grandes cantidades de recursos minerales, hidrocarburos, productos agroindustriales, ganaderos y forestales para el mercado.

Por eso, como revela el informe: "Las concesiones mineras y petroleras se han multiplicado desde el año 2000 en Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador. Las plantaciones forestales en la región crecen a un ritmo de más de medio millón de hectáreas cada año, ocupando una fracción cada vez mayor del territorio en Chile, Brasil y México. La ganadería avanza de forma imparable sobre el Gran Chaco (en Argentina, Paraguay y Bolivia), provocando las mayores tasas de deforestación del mundo y amenazando la supervivencia y el bienestar de pueblos indígenas, algunos de ellos no contactados. Y la producción agrícola, liderada por cultivos como la soja, la caña de azúcar y la palma aceitera, bate récords de superficie año tras año en Brasil, Argentina y Paraguay".

pobreza y desigualdad en el acceso a la tierra

Esto es posible porque se dan dos condiciones. Una, es que el poder político, más débil que los grupos económicos, genera políticas, regulaciones (y desregulaciones) que permiten este modelo y dejan a los pueblos a la deriva. 

Por eso, otra de las condiciones que deben darse para que esta maquinaria funcione de manera aceitada, es un terreno "liberado". ¿Qué quiere decir esto? Que para estos grupos se hace necesario desplazar a las comunidades que habitan los suelos ricos. En el caso de los pueblos originarios, como señala el informe, se encuentran en una situación especialmente vulnerable, ya que habitan un tercio de las tierras destinadas a la explotación minera, petrolera, agroindustrial y forestal de todo el mundo.

¿Cómo se hace entonces para "liberar" esas tierras? Mediante el desplazamiento y la violación de los derechos humanos. Esto quiere decir: persecuciones, agresiones, amenazas, desalojos o, incluso, la muerte. Éste fue el caso de la ambientalista Berta Cáceres, una mujer que dio la vida por su tierra y su comunidad
 
Quienes defienden el agua, la tierra, los bosques y cualquier otro recurso que sea la materia prima de grandes multinacionales, se han vuelto los enemigos primeros de un conflicto territorial que se agudiza. 

Las mujeres son especialmente marginadas: manejan menos tierra que los hombres, en parcelas más pequeñas, de menor calidad y en condiciones más inseguras de tenencia. Además, sufren situaciones de violencia, agresiones, acoso u hostigamiento. Todo esto, limita su autonomía económica y sus derechos; siendo que, como señala la ONU, son un factor clave para erradicar la pobreza y la pobreza.

desigualdad america latina

El de la tierra es un problema que nos afecta a todos. Por eso, lograr una mejor y más justa distribución de la tierra asignaría de una manera más eficaz los recursos, reduciría la pobreza, el hambre y la desigualdad, y la riqueza se distribuiría de una forma más equitativa. Pero, para esto, en primera instancia, y como medida urgente, se deben respetar y defender los derechos humanos de todas las comunidades que están siendo, nuevamente, marginadas. 

En el informe podrás encontrar también otras recomendaciones de OXFAM sobre este tema. Informarse es el primer paso para salir en defensa de lo que nos pertenece y de los pueblos que son parte de la cultura de toda Latinoamérica.