En la basenoroccidental del Monte Fuji está el bosque Aokigahara. Desde antes de llegar, hay muchos letreros que buscan disuadir a las personas de entrar. Hoy el bosquees considerado maldito y se cree que hay espíritus malignos rondando el lugar.No se debe a una antigua leyenda o maldición.  

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bosque

Desde la entrada se pueden ver autos abandonados, aunque al confirmar la muerte del propietario son retirados. ¿Cómo?

En Aokigahara siempre se espera, como en cualquier sitio bonito, que los dueños regresen y se vayan del bosque. Pero lamentablemente allí no siempre sucede. Y es que Aokigahara es un bosque en el que decenas de japoneses se suicidan cada año.  

bosque suicidio

Con una alarmante tasa de suicidio que incrementa cada año, Japón es uno de los países con más suicidios del mundo. Entre 50 y 100 personas se quitan la vida al año en éste ya sombrío bosque. Hay distintas teorías acerca de cómo se convirtió en un lugar ideal para la muerte. El cuento Kurio Jukai (“El negro mar de árboles”) culmina con una pareja de enamorados quitándose la vida ahí.  

También se cree que una práctica del siglo XIX, llamada Ubasute, en la que la gente dejaba a los ancianos en los bosques para que murieran en épocas de hambrina y sequía, es responsable.

Pero sin duda algo que también puede ser cierto es que el libro de Tsurumi Wataru llamado “El manual completo del suicidio” aboga que ese bosque es un lugar perfecto para morir e incluso se atreve a decir que el ahorcamiento en el bosque es una obra de arte (muchas personas son encontradas colgadas en los árboles del bosque).  

letrero bosque

“Pensemos una vez más en la vida que te fue dada, tus padres, tus hermanos y hermanas, y los niños. No sufras solo, antes, contacta a alguien”. Es lo que se puede encontrar en la entrada del bosque. El país nipón, a diferencia de muchos países occidentales, no ve el suicidio como un pecado o algo por el estilo, por lo que muchas personas llegan a quitarse la vida por cuestiones como malas calificaciones o rupturas amorosas, sin embargo los problemas financieros continúan siendo la principal razón.  

El gobierno japonés ha intentado luchar contra lo que parece una epidemia sin control, pero parece que se necesita mucho más que un incremento al presupuesto para luchar contra el suicidio. Por lo tanto, el bosque continúa siendo espacio para decenas de personas que tristemente deciden terminar con su vida de forma abrupta.