Si alguna vez has comido o bien eres de los que aman comer mejillones, hay algo que debes saber que te hará verlos con mucho más respeto y admiración. Un equipo de expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) señaló en un estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology, que los mejillones podrían ayudar a limpiar el agua contaminada. 

Lo que sucede es que algunos nutrientes que en cantidades razonables son positivos para la vida marina (como el nitrógeno) abundan en los cursos de agua debido a la actividad del hombre y pueden generar un gran desequilibrio (proliferación de algas, poca oxigenación del agua, muerte de peces y de otros organismos, por solo mencionar algunos puntos). 

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Los mariscos pueden ayudar, en este sentido, a filtrar sustancias no deseadas. Especialmente, el mejillón en el cual se centra el estudio es el amarillo (Geukensia demissa, que por lo general no se come) que tiene la capacidad de filtrar microalgas y bacterias con contaminantes, y que pueden vivir en distintos hábitats.

Los científicos ya realizaron un experimento en el 2011 para comprobarlo, en un sitio industrial de Nueva York. El resultado fue que los mejillones eliminaron el nitrógeno del agua. Según los cálculos podrían limpiar un promedio de 12 millones de litros de agua y eliminar alrededor de 160 kilos de partículas diarias de, por ejemplo, polvo y hollín.

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Hay también, además de los mejillones, otros animales "filtradores", como las ostras. Esto quiere decir que, al comer, toman agua y luego la expulsan, filtrada. En ese proceso, todo lo que está en el agua circundante se absorbe y se acumula en los tejidos del animal. Por lo tanto, si hay sustancias químicas en el agua difíciles de detectar, los mejillones pueden ayudar a tratar la contaminación. ¡Lo que los convierte en verdaderos héroes submarinos!

Aún así, quedaría evaluar si la introducción de esta especie en hábitats que le son extraños no podría generar que se convirtiesen en una especie invasora, generando otros efectos negativos en los ecosistemas.

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