Todos tenemos una gran área de desafío en la vida, esa que es recurrente y se repite con mucha frecuencia.

La totalidad de los seres humanos atraviesan momentos complejos que van marcando su vida. Estas áreas de desafío pueden convertirse en grandes maestros, por cuanto proveen la entereza, coraje y valor necesarios para aprender a reponerse y proyectarse hacia el futuro.

Si lo sabes capitalizar en positivo, el sufrimiento, la desazón y la poca visión que presentan esas etapas, pasan a ser escalones de transformación y evolución. Entonces, ¿por qué tan pocas personas las asumen de frente? ¿Y cuál es el motivo por el que millones de seres humanos las esquivan y no les hacen frente?
Básicamente, por miedo.

Las personas actúan en positivo y negativo a través del miedo, una emoción muy poderosa que puede permitirles proyectarse hasta el infinito, o quedarse recluidos dentro de sí, no alcanzando a superar lo que les pasa.

Hay personas negativas -que es una de las manifestaciones básicas del miedo junto con la ira, la culpa y el resentimiento- por cualquier cosa, incluso por situaciones nimias que no merecen la mayor atención.
Y hay otras que se distinguen por resignificar lo que les sucede colocándose en modo de aprendizaje permanente: estas son las que crecen y evolucionan. Incluso cuando sienten ira, culpa y resentimiento. La diferencia está en que no se quedan ancladas allí.

Reconociendo tu área de desafío

Como los problemas son inherentes a la condición humana, es necesario que asimiles la idea de que, viviendo en este mundo, necesitarás aprender a convivir con los desafíos.

Sin embargo, todos tenemos UNA área de desafío que prevalece claramente por sobre las demás. Es un área basal, que forma parte de nuestras lecciones a aprender en el paso por el mundo.

Un breve ejercicio: Observa tu vida en perspectiva; toma consciencia acerca de ese aspecto problemático recurrente que aparece siempre una y otra vez. ¿Ya lo tienes? Es posible que justo esa sea tu área de desafío principal.

Esto significa que, si bien habrá inconvenientes y tropiezos en diversas áreas, la repetición de desafíos, por lo general, suele estar basada directa o indirectamente en ése área desafiante para ti.

Si es un gran desafío, hazlo tu gran maestro. (Daniel Colombo)

Las 6 principales áreas de desafío humanas

En un análisis de los comportamientos humanos, he concluido que éstas son las principales áreas de desafío más frecuente entre todo tipo de personas. Se excluye su nivel social, formación, estudios, entornos sociales: todo eso no resulta tan preponderante, debido a que la construcción del desafío es interna, si bien en ciertos casos lo de alrededor influye.

Esta información la he tabulado a partir de más de medio millón de casos en los que he trabajado directa o indirectamente a través de seminarios, talleres, conferencias, libros y materiales de estudio. No representan una verdad absoluta, sino que lo comparto como un punto de referencia que, quizás, te ayude a tomar consciencia de dónde estás en tu vida, aquí y ahora.

1. La salud

Muchas veces hay condiciones fisiológicas que no permiten que disfrutes de una buena salud. La pérdida de salud es uno de los mayores duelos de los seres humanos. Sin embargo, hay personas que parecen darse lástima a sí mismos por esta situación. Y también hay otros que hacen del problema su fortaleza, y vuelven a levantar vuelo como águilas a las que nadie las detiene. ¿Has visto los deportistas paraolímpicos y los que superan enormes problemas de salud y siguen adelante? Que sean tu meta y referencia. Practica la disciplina con tu cuidado personal. Incluye la higiene verbal de tus palabras y la de tus emociones, para no contribuir en seguir drenando problemas más allá de lo necesario. Apóyalo con tu mejor actitud cada día.

2. La pareja

La confusión de la intimidad sexual con el amor, y de los vínculos ocasionales con la sensación con la pareja es otro de los problemas muy frecuentes en el mundo. Si no encuentras pareja, quizás puedas concluir que “no estás solo”, sino que estás “sólo de pareja”. Es una gran diferencia para flexibilizar tu pensamiento totalitario negativo, que no te ayuda a sentirte mejor. Piensa con los pies sobre la tierra sobre qué tipo de vínculos quieres tener. ¿Hay alguno que te ata al pasado aún hoy? Quizás sea hora de soltarlo, para estar mejor.

3. La soledad

La vida en soledad se hace dura. Aquella vieja creencia de que la soledad es mala consejera, intenta decirte que agarres lo primero que anda suelto, con la ilusión de que te sentirías menos solo. La soledad se siente sólo o acompañado; es una expresión y enfoque interno. En un sentido filosófico, te tienes a ti cada día. Si te llevas bien contigo, es posible sobrellevar la ausencia de otro de mejor forma. El añorar estar todo el tiempo acompañado -como sucede con aquellas personas que salen de relaciones y al día siguiente ya están iniciando otra sin tal vez sentirlo-, son síntomas de una soledad no asumida y mal resuelta. Piensa qué quieres, qué entorno deseas construir, y, sobre todo, qué estado interno anhelas. Llena de sentido tus momentos sin otro; descubre tu propósito de vida; haz algo útil con eso. Disfrútalo y verás que, el día que menos lo busques, puede que aparezca algún pasajero en tu ruta por la vida.

4. El dinero

El desafío del dinero es otra de las muy recurrentes en las personas. El sentido de carencia se conecta con el miedo a merecer algo mejor. Yendo profundo, la mayoría de estas personas han sido inculcadas -y ellas han permitido creer- que el dinero es malo, sucio, mal habido y que solo trae problemas. Desde esta perspectiva siempre serás escaso con el dinero. Otra gran contradicción es que “a menos dinero, menos esfuerzo”: así es prácticamente nula la posibilidad de salir de ese círculo vicioso. Y una más: “menos dinero, menos problemas” ¿Has oído eso? El éxito existe, pero debe encontrarte trabajando, dice una frase célebre. Reconócete si estás peleado con el dinero, por ejemplo, si alguna vez te estafaron es posible que allí surgió esta creencia que se reforzó y se hizo un paradigma; o si te dices a ti mismo y a otros que eres pobre. Necesitas trabajar con el sentido de merecimiento para que la abundancia se haga presente -no solo en dinero, sino en todos los aspectos-.

5. La alegría

En el caso de las personas tristes y permanentemente melancólicas, de no existir ninguna psicopatología, significa que la alegría, el estado de contento y los momentos de felicidad pasan de largo en esa vida. Están marchitos. En verdad, los momentos de felicidad están, existen y llegan; sólo que esa persona no puede registrarlos y los transforma en un lamento. La alegría es un estado interno. No existe nada externo que pueda generarte esta emoción tan positiva. Si tu vida es gris y apagada, observa tus pensamientos, ya que es muy posible que, si son negativos todo el tiempo, justo eso es lo que estás generando inconscientemente. Sugiero que escribas un diario de gratitud cada día: registra las cosas por las que estás agradecido, por pequeñas que sean. Hazlo importante, no lo dejes pasar. Reléelo los domingos, y entusiásmate de a poco con acciones que no te cuesten demasiado: marcarán la diferencia.

6. La autoestima

Si has tenido una vida muy dura, es posible que haya mellado tu autoestima. Debes saberlo: no hay problema tan grande que no puedas superarlo. Esto no significa que debas justificarlo: hay cosas injustificables desde cualquier punto de vista, sobre todo si se ha dañado alguna parte de tu estructura psíquica e integridad. Dale la vuelta a esos acontecimientos. Persigue instantes de plenitud. Nútrete de lecturas y actividades positivas. Hay muchos recursos gratuitos en el mundo. Haz lo que te gusta y apasiona; encuéntrale el sabor. Y una que no falla: ríete cada día más. Al principio puede que tu sonrisa sea forzada; pronto será más espontánea. Incluso el horror y la tragedia son puntos de referencia muy buenos cuando queremos evolucionar. Dan cuenta de tu fortaleza y de todo lo que eres capaz de hacer para seguir adelante.


• Síntesis para superar tu área desafiante

- No huyas de los problemas. Lo único que logras con esto es que permanezcan y más contundentemente.
- Analiza y proyecta diferentes opciones y escenarios: así podrás tomar mejores decisiones.
- Piensa en forma positiva, aunque al principio sea difícil para ti: es cuestión de entrenamiento, te lo aseguro.
- Adquiere disciplina para cambiar todo aquello que no te funciona en la vida. Proponte incorporar hábitos más saludables, y esto incluye tus pensamientos.
- Reemplaza todo lo negativo por varias porciones de visión positiva.

Pronto verás como tu vida adquirirá un vuelo que no soñabas, y, pese a que esa área de desafío tal vez permanezca, ya no tendrá tanta preponderancia en el total de tu vida.

Sobre el autor: Daniel Colombo es coach especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; escritor y comunicador profesional

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