Seguramente alguna vez has comido o escuchado hablar de la granola. ¿Qué es? Básicamente, una mezcla de nueces, avena, frutos secos y, por lo general, algún endulzante como miel, y otros ingredientes que pueden variar, como el coco rallado. 

Es un alimento que aporta energía, vitaminas, minerales y antioxidantes; ideal para comer como snack saludable, o en desayunos y meriendas.

Pero, si te gusta o has comenzado a incluirla en tus comidas, hay algunas cosas que tienes que tener en cuenta: 

1. No es un alimento bajo en calorías, por lo cual debe comerse con moderación

Lo más recomendable es, por ejemplo, como colación entre comidas, comer un puñado. 

2. Optar por opciones caseras y no envasadas

La granola que se vende en grandes mercados suele tener endulzantes artificiales y otros componentes que pueden hacer que no sea tan saludable como crees. Es preferible que hagas tu propia granola o escogas comprársela a un productor independiente. Así tendrás la seguridad de todos los ingredientes que tiene y el modo en que está hecha. 

3. Las semillas y frutos secos de la granola deben estar activados; tu sistema digestivo te lo agradecerá

Hay muchas personas a las que la granola puede caerles pesada a nivel digestivo. ¿Por qué? Porque contiene mucha fibra que el cuerpo tarda largas horas en procesar bien. Además, hay un pequeño tip que tienes que tener en cuenta. Así como con cualquier otra semilla o fruto seco, es recomendable remojarlos previamente para "activarlas", es decir, eliminar sus inhibidores enzimáticos.

¿Qué es esto? Se trata de moléculas que contienen las semillas para evitar que se desencadene el proceso de germinación antes de tiempo. Son antinutrientes, esto quiere decir que impiden o disminuyen el aprovechamiento de los nutrientes de otros alimentos.
 
Pero, al remojarlas, estos inhibidores pasan al agua, mejorando la digestión y haciendo que el ácido fítico que contienen se reduzca, lo cual favorece la absorción de vitaminas y minerales.

¿Cómo activarlos?

Dejarlos en agua entre 6 y 12 horas (puedes hacerlo directamente mientras duermes). Luego, enjuagar bien, escurrir, ¡y listo! Se pueden secar al sol o en el horno; y luego usarse para preparar la granola.

Nota: esto debe hacerse con semillas o frutos secos crudos; no los que compras en el mercado que suelen venir ya tostados, a veces fritos y salados.

Receta para preparar 1 kg de granola casera

Ingredientes

  • 300 g de almendras crudas
  • 150 g de semillas de girasol
  • 100 g de trigo sarraceno
  • 100 g coco rallado
  • 80 g de bayas de goji
  • 80 g de uvas pasas
  • 500 g de manzanas
  • 6 dátiles
  • 2 cucharaditas de canela en polvo
  • 1 cucharadita de cardamomo en polvo
  • 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
  • 1/2 cucharaditas de clavo en polvo

Preparación 

  1. Poner en remojo durante la noche y en recipientes separados las almendras, las semillas, el trigo y las bayas de goji. Luego, al otro día, colar y enjuagar. Procesar las almendras hasta que queden trituradas. Añadir el coco rallado, el resto de los ingredientes que también estaban en remojo, y mezclar. 
  2. Cortar la manzana en trocitos y triturar con los dátiles y las especias. Poner la mezcla en un recipiente y añadir todos los demás ingredientes. 
  3. Poner en el horno hasta que quede crujiente, revolviendo con una espátula de cuando en cuando para que no se pegue. Deja enfriar y conserva en un recipiente de vidrio.