La mayoría de las personas ha experimentado una retención de líquidos excesiva o incómoda alguna vez. Aunque muchas publicidades o publicaciones ponen el foco en las mujeres, que tienen más predisposición a sufrirla en algunas etapas del ciclo menstrual, los hombres también la padecen, y a veces no saben que ésta es la causa de su malestar.  
 
La retención de líquidos es la consecuencia de la acumulación de agua en los tejidos de nuestro cuerpo. Cuando se produce, significa que existe un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso de los líquidos de una zona del cuerpo a otra. Este pasaje está controlado por un complejo sistema hormonal que, a veces, puede desequilibrarse.

En las mujeres, es frecuente que esto suceda en la segunda fase del ciclo menstrual, entre la ovulación y la llegada del período, porque en esa etapa es cuando se da la mayor concentración de progesterona en sangre. También está presente en los anticonceptivos orales (tanto en los comunes como en la píldora de emergencia), por eso las mujeres que los toman pueden retener líquidos no solo sobre la etapa premenstrual, sino durante todo el mes.

La progesterona produce un ligero aumento en la retención de sal y líquidos de los riñones. También se eleva durante el embarazo, luego de la décima semana, cuando comienza a ser producida por la placenta. 

retencion de líquidos

Cuando la causa de la retención de líquidos no tiene que ver con el ciclo menstrual o el embarazo, puede deberse a otras razones, como una vida sedentaria, pasar muchas horas de pie, o padecer sobrepeso.

La sintomatología de la retención de líquidos incluye sentirse más pesado, sentir que la ropa o los accesorios como anillos aprietan, y notar una incomodidad en las piernas, los tobillos, el bajo abdomen y los senos. Una señal común es que, al quitarse las medias o los pantalones, la marca de los elásticos o costuras queda durante un rato sobre la piel de las piernas o la cintura. A veces puede sentirse también en la parte superior del cuerpo. Cuando se siente en todo el cuerpo y es sostenida en el tiempo, puede tener causas más graves, como problemas en la circulación o en los riñones.

Aunque es muy incómoda, la retención de líquidos puede controlarse fácilmente con algunos cambios de hábitos y alimentación. Estos cuatro pasos sirven tanto para eliminarla a largo plazo, como para hacerlo cuando ya te sientas mal, y mejorar rápidamente, a lo largo del día.

1. Reduce el consumo de sodio y de azúcar

no comer sal

La sal es la principal enemiga de quienes sufren retención de líquidos, porque el sodio impide que las aguas que ya no sirven sean eliminadas del cuerpo. Por eso, hay que evitar los alimentos salados y procesados, como los snacks, los embutidos, los quesos, los aderezos, las salsas y toda la comida chatarra, que favorecen el exceso de sodio y por ello, la retención de líquidos. 

Esto vale tanto para reducirlos en general y evitar la retención de líquidos a largo plazo, como para suspender su consumo en un momento de mucha retención, hasta sentirse mejor.

Además, el azúcar y los alimentos dulces, aunque parezcan ser opuestos al sodio, en realidad dificultan su eliminación. Por eso, también hay que evitarlos cuando se suele sufrir de retención de líquidos. 

2. Incorpora alimentos saludables

banana

Evitar los alimentos que empeoran la retención de líquidos o la causan es el primer paso para sentirse mejor. El segundo, es incorporar algunos alimentos saludables que ayudan al cuerpo a eliminar los líquidos que sobran.

Las bananas son uno de éstos alimentos, porque el potasio contrarresta el efecto del sodio y ayuda a eliminarlo. La palta y las espinacas también lo contienen. También son de ayuda todas las frutas y vegetales frescos, y los jugos naturales, como la limonada (sin azúcar). Algunos alimentos, como la cebolla, los arándanos y el perejil, tienen un leve efecto diurético que puede ayudar.

Otros alimentos que ayudan son los que contienen Omega 3, como nueces y almendras, porque tienen efecto desinflamatorio.

Además, cuando se retienen líquidos hay que tomar más agua: dos o más litros por día. ¿Por qué beber más agua cuando se la está reteniendo? Es simple, beber más agua ayuda a depurar los líquidos del organismo, y a eliminar los que ya no sirven y están atascados, que son los responsables de la retención.

3. Bebe una infusión diurética

té de jengibre

Tomar agua es lo mejor para controlar la retención de líquidos, y ésta también puede incorporarse mediante infusiones, como el té. Algunas de ellas son de aun más ayuda porque tienen un efecto levemente diurético: el té verde, el té de jengibre, o la infusión de diente de león, que es una planta diurética que limpia los riñones y el organismo.

También hay otras, como la cola de caballo, pero son más fuertes, así que es recomendable consultar con un médico y usarlas con precaución.

4. Camina o recibe un masaje

masaje linfático

El sedentarismo es una de las causas de la retención de líquidos, así que para evitarla a largo plazo, lo mejor es salir a caminar a diario, o hacer alguna otra actividad.

También, cuando tengas retención de líquidos, que puede no darte ganas de hacer ejercicio porque te sientes pesado y cansado, puedes hacerte tú mismo un masaje suave en las piernas, que ayude a la circulación, o mejor aun, ir con un profesional que pueda hacerte un drenaje linfático.

Importante: Debe aclararse que La Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, La Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.