El cuerpo del ser humano está principalmente constituido por agua y ésta es tan vital para su existencia como el oxígeno. El 85% de los tejidos del cerebro es agua. El 73% de nuestro hígado es agua. El 80% de nuestra sangre es agua.

Teniendo en cuenta que el 70% del cuerpo humano es agua, si nos esmeramos en cuidar que tipo de agua bebemos, estaremos mejorando, activando, limpiando y potenciando ese 70% del organismo.

El problema con el agua que ingerimos hoy en día es que para el momento que emergió de nuestra canilla o grifo ha perdido completamente todas sus propiedades energéticas, producto de los procesos de las plantas potabilizadoras y la gran cantidad de horas que pasa estancada.

Conoce cómo puedes hacer para que el agua que tomas revitalice correctamente tu sistema energético.

5 maneras de energizar el agua que tomamos

Desintoxicar el agua previamente a su energización

Antes de proceder a energizar el agua con el método de tu elección, ésta deberá estar libre de sustancias tóxicas que se utilizan en los procesos de potabilización. Para esto puedes utilizar un filtro industrial o aprender a hacer tu filtro purificador de agua casero que la deje limpia y fresca, ya que de otro modo es muy difícil vitalizarla.

Si compras agua envasada o mineral, deberías saber que aunque sea naturalmente mineralizada ya ha perdido la mayor parte de su potencial energético al estar estancada y envasada tanto tiempo en un recipiente plástico, por lo cual deberás energizarla también.

Métodos para energizar el agua

1. Energizar el agua con calor

El agua tibia es saludable para nuestro sistema digestivo. En las culturas orientales, tomar agua fría es cometer una inconsciencia contra el cuerpo, ya que se dice que el agua fría “apaga el fuego interno”. Esto es veraz, ya que el plexo solar, que domina los órganos digestivos, es el “sol” energético de nuestro cuerpo.

Este caso se utilizan las dos fuerzas combinadas del fuego y el agua, que lejos de ser opuestas funcionan complementariamente para energizar todo el sistema.

Es usual encontrar en las culturas milenarias, como la chamánica o la hindú, ceremonias de fuego que se utilizan para activar los centros energéticos, debido al alto potencial vibracional que tiene el calor del fuego. La energía del fuego es absorbida por el agua e integrada a nuestro sistema de una manera en la que obtenemos beneficios generalizados.

2. Energizar el agua con movimiento

En el fluir de la existencia, el movimiento es vida. La energía que no fluye muere. De la misma manera, el agua que permanece mucho tiempo estancada pierde su potencial energético debido a que ha perdido su capacidad para fluir y recargarse. Es por eso que el agua limpia de los arroyos tiene tan altas propiedades energéticas, combinando el movimiento con la exposición al campo energético de la Tierra.

Para recargar el agua utilizando movimiento puedes ponerla en una licuadora durante unos minutos y tomarla en el momento. De nada sirve movilizarla para guardarla, ya que vuelve a perder las propiedades.

3. Energizar el agua con las palabras

Los sorprendentes experimentos del científico japonés Masaru Emoto con las moléculas de agua han demostrado la posibilidad de la mente para incidir sobre lo que llamamos "la realidad". En ellos, el amor provocaba formas moleculares bellas mientras que el odio generaba caos. Si pensamos que más del 70% de nuestro cuerpo es agua, ¿cómo nuestras emociones, nuestras palabras y hasta la música que escuchamos no podrían influir en nuestra realidad?

Para esto no sólo puedes utilizar técnicas como el Ho’oponopono en el agua, recitando las palabras ó mantras tu mismo, sino que también puedes escribir las palabras en los recipientes que contendrán el agua, para que ejerzan su efecto a largo plazo.

4. Energizar el agua con Reiki o imposición de manos

De la misma manera que trabajamos con nuestro campo energético utilizando Reiki o imposición de manos, podemos hacerlo de manera indirecta energizando el agua que tomamos. Podemos de esta manera despojar al agua de residuos energéticos y vitalizarla de la misma manera que cuando hacemos terapia de sanación. 

5. Energizar el agua con la luz del sol

Si el agua se vitaliza con el fuego, entonces el Sol es la mayor fuente de fuego de la que disponemos. La luz del sol nos ayuda a limpiar residuos energéticos superficiales y energizar nuestro sistema y el de los lugares que habitamos, y de la misma manera lo hace con el agua.

Podemos dejar agua filtrada durante 3 horas a los rayos del sol, agregando algunas flores frescas de olivo o aloe vera para incrementar los efectos.

El agua tiene una influencia tan poderosa en nuestro sistema que hasta puede utilizarse como una herramienta para la sanación, tanto como la medicación alopática. Sólo debe poseer el potencial vibratorio adecuado para obtener los efectos deseados.

6. Energizar el agua con semillas de Moringa

En estudios realizados por la FAO, se demostró también que la suspensión de polvo de semillas de Moringa, aplicada en el agua en dosis de entre 30 y 200 miligramos por litro, lograban no solo aclararla, dejándola apta para beberla en un período de entre 1 y 2 horas; sino también suprimir casi el 99% de las bacterias. Por eso, el tratado de las aguas domésticas con semillas de Moringa podría mejorarla y revitalizarla gracias a la increíble naturaleza de la planta.


“Mueve en vórtice el agua antes de tomarla y hazlo con un objeto de madera. Que tu mente esté en paz, en pensamiento cero, y en espíritu calmo. El agua es absolutamente sensible; por tanto, cuando estés tratando con el agua, toma conciencia que estás tratando con el elemento más sensible del planeta. No hay nada más sofisticado y sencillo que el agua”