Enel mundo actual, atiborrarnos de listas de cosas por hacer y ocupaciones essinónimo de ser productivo. Aunque en la práctica no necesariamente sea así.

¿Noes mejor trabajar menos y hacer más? Aquí unas recomendaciones.

Dedicarnos a varias tareas al mismo tiempo nos estresa

Aléjate del multitasking

Al contrariode lo que se cree, convertirnos en personas que pueden hacer varias actividadesal mismo tiempo trae consecuencias negativas. Así lo demostró un estudio de Aalto University difundido este año: “cambiarde tareas frecuentemente interfiere con la actividad cerebral. Esto podría explicarpor qué el resultado final es peor quecuando una persona se dedica a una sola tarea a la vez.

Medita

Yalas antiguas culturas orientales lo sabían y hoy, las ventajas de la meditaciónhan sido documentadas y corroboradas por la ciencia, tal como expresa el estudiodifundido en 2015 por Carnegie MellonUniversity “la meditación durante 25 minutos por tres días continuos alivia el estrés psicológico”.     

Primero tú, después el trabajo

Esmuy importante que te guste tu trabajo, pues es una actividad diaria y tusustento, pero esto no significa que deba ocupar toda tu vida. Es aquí cuandoentra en juego la jerarquización, saber cuándo es buen momento para dejar eltrabajo en la oficina y atender cosas incluso aún más importantes en casa.



Priorizando podemos realizar más cosas que nos gustan

Conócete

Haymomentos del día en los que no funcionamos, es así, lo importante esconocernos. Saber en qué momento del día somos más productivos nos ayudará atrabajar mejor y a usar nuestro tiempo en las actividades que más nos gustan. 

Hay que divertirse

Ladiversión no sólo es sinónimo de productividad y motivación; lo es también de creatividad.Además, la diversión suele estar asociada a un mejor rendimiento en entornos laborales.