Cada vez son más quienes abrazan el minimalismo como forma de vida. Ante un mundo que como consecuencia del consumismo se está volviendo cada vez más insostenible, animarse a llevar una vida más liviana es una postura hasta política. Y buscar un hogar minimalista es un gran paso hacia una vida más feliz.

Pero no siempre es sencillo. ¿Por dónde empezar? ¿Qué implica?

Si quieres un hogar minimalista y una vida menos rodeada de cosas, este post es para ti.

Una guía rápida para ayudarte a poder hacer realidad el famoso dicho “menos es más”:

1. Deja de acumular

Antes de deshacerte de las cosas que sobran en tu hogar, debes cambiar tu punto de vista. Sino, solo será cambiar una cosa por otra.

Piensa realmente qué es lo esencial para ti. Qué cosas te hacen feliz, y qué cosas compras por pura costumbre. A partir de allí, empieza a tener una actitud diferente ante las cosas.

Si ves algo que te gusta en la tienda, pregúntate antes de comprarla: ¿Realmente me sirve? ¿Tiene que ver con lo que deseo para mi vida? ¿Es algo esencial para mi?

Si la respuesta es “no”... ¡Pues no lo compres! Vale también para cosas que te encuentras o te regalan. Sí, es feo rechazar un regalo, pero si realmente no es algo que sume a tu vida, tampoco tiene sentido aceptarlo.

No se trata sólo de gastar menos: también de tener una actitud menos acumuladora ante las cosas.

2. Deshazte de lo que no sirve

Una vez consciente de lo anterior, viene el segundo paso, que es comenzar a deshacerte de cosas.

Todo aquello que tienes “por las dudas” pero nunca usas, ese viejo objeto que te da pena tirar “porque lo tienes hace tanto”, etc.

Piensa, además,que deshacerte no quiere decir tirar en todos los casos. Esa remera que está como nueva pero nunca usaste puede servirle a alguien más.

Todo lo que sea reciclable, se puede reutilizar (lo puedes hacer tú u otra persona). Incluso, cosas caras que no suman a tu vida las puedes vender.

La cuestión es abandonar todas las cosas que ocupan espacio en tu vida y que de verdad no te sirven para nada.

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3. Ve de a una cosa a la vez

Aquí tienes dos opciones. La más clásica, es ir de a una habitación a la vez. Empezar por una zona de la casa, y empezar a quitar cosas de ella hasta que haya quedado sólo lo esencial. Entonces, seguir con la siguiente.

El famoso libro de Marie Kondo, “La magia del orden”, plantea otra lógica: empezar de a una cosa a la vez. Es decir, primero la ropa, independientemente del sitio de la casa en la que se guarde, luego los libros, y así continuar.

Usa el método que te parezca más convincente, pero ten en claro una cosa: tener un hogar minimalista va a llevar algo de tiempo.

No quieras hacerlo todo junto y todo ya, porque posiblemente no va a funcionar.

4. El suelo y los muebles

La idea de un hogar minimalista es que esté bien despejado. Por eso, tienes que tener los muebles esenciales y los pisos bien despejados.

No sirve tener los suelos despejados y tener una casa en apariencia muy libre de cosas, si en realidad tienes un montón de muebles repletos de cosas. Por eso, para un hogar minimalista tener los espacios de almacenamiento justos es muy importante.

Y también lo es tener un espacio limpio visualmente, por lo que debes cuidar de no tener un montón de cosas “guardadas” en el piso, ya sea en cajas, apilados, etc.

5. La decoración

Una vez que hayas logrado un hogar en el que sólo quede lo esencial, puedes empezar a pensar la decoración con estilo minimalista. Después de todo, el minimalismo no es sólo una forma de vida; es, ante todo, una expresión estética.

Prioriza el blanco y contrasta con él, usa líneas rectas, destaca la geometría y busca muebles con diseños sencillos.

Si quieres más ideas, puedes leer este post.

6. Abraza una vida minimalista

Ahora sí, tienes más o menos las claves para comenzar a cambiar tu vida, y tener un hogar minimalista.

Pero recuerda que este proceso es constante. Todo el tiempo estarás recibiendo estímulos que te lleven por el camino del consumo, siempre habrá cosas que te hagan dudar.

No te tortures; este proceso llevará toda la vida. Recuérdalo y asume que, en algún tiempo, tendrás que volver a analizar cómo van las cosas.

Pero ten algo por seguro: si abrazas la vida minimalista, serás mucho más feliz.

Fuentes:

El Mundo

Wikihow