Vivimos en un planeta que necesita alternativas sustentables con más urgencia que nunca, y esto abarca todas las industrias. Afortunadamente, proyectos como este nos hacen ver que realmente existe esperanza para un mundo autosustentable y ecológico.

La microbióloga y diseñadora de moda alemana Danke Domaske está revolucionando la industria textil con su nuevo invento: tela para fabricar ropa, hecha a partir de leche agria o descompuesta.

A pesar de que el producto se ha popularizado recientemente, su historia comenzó en 2009, cuando la joven tenía 26 años. Su padrastro fue diagnosticado con leucemia y esto redujo considerablemente sus opciones a la hora de comprar ropa, ya que la mayor parte de los productos textiles le causaban una reacción alérgica al entrar en contacto con su piel, debido los químicos usados durante su producción.

En vista de esto, Anke decidió crear una tela 100% natura para que su familiar utilizarlas. Se basó en un proceso de los años 30s que consistía en la fabricación de fibras de caseína a partir de leche. Luego de 3000 recetas y 9 meses de pruebas fue capaz con su equipo de crear una tela que no se disuelva en agua.

En 2011 creó la empresa Qmilk. El proceso consiste básicamente en dejar que la leche se agrie y seque hasta convertirse en polvo de proteína; posteriormente se mezcla con agua y otros ingredientes de origen natural para formar una masa esponjosa de la cual se sacan los hilos para formar la tela.

Su creadora indica que la tela a base de leche agria es suave como la seda, biodegradable, antibacterial, lavable y proporciona frescura durante la temporada de calor y tibieza en el invierno. Parece algo salido de los sueños de un ecologista.

Esta iniciativa es genial no solo porque nos ofrece una nueva alternativa sustentable y biodegradable para el mercado textil, sino porque reciclan miles de litros de leche agria que no tendrían ningún uso y serían desechados. Proyectos como este tienen el potencial de cambiar el mundo y esperamos que alcance la difusión que se merece.