Dormir es un proceso natural que nos ayuda a descansar y mantener nuestra salud mental. Sin embargo, algunas personas parece que no necesitan dormir tanto como otras, y algunas llegan al extremo, como el protagonista de esta historia, que no ha dormido en 42 años. Es un caso real y que hace 4 décadas tiene impactada a la ciencia.

Hai Ngoc es un aldeano de 75 años que vive en Vietnam y lo que ha logrado tiene sorprendido a todo el mundo: no ha dormido ni un solo minuto desde 1975. Además, asegura que nunca se enferma y su aspecto es muy joven para alguien de su edad.

"No recuerdo la fecha exacta porque no le di importancia. Creía que era algo pasajero, pero fueron pasando los días y seguía sin poder dormir", dijo Hai Ngoc, cuya historia salió a la luz en un blog de National Geographic. Se cuenta su aspecto no ha cambiado prácticamente nada desde que dejó de dormir.

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El hombre vive en una pequeña aldea en el centro del país, llamada Que Trung, donde se dedica principalmente al cultivo de arroz. Según informan, es capaz de realizar sus labores con total normalidad a pesar de su edad avanzada.

Su capacidad también le permite mantenerse despierto durante varios días para los velatorios y despertar a sus compañeros antes del amanecer para el trabajo en el campo.

 "Cuando era más joven aprovechaba las noches para trabajar el campo o para adecentar el camino que lleva a mi casa” cuenta. Dice que por su edad, ya no lo puede hacer con tanta frecuencia, y en las noches ve televisión y fuma.

Por lo increíble de su caso una unidad del hospital de Danang, a 50 kilómetros de la aldea, decidió hospitalizarlo y descubrir cómo es posible que su cuerpo sea capaz mantenerse despierto. Le dijeron que estaba en perfecto estado, excepto por una herida que recibió en la mano durante la Guerra de Vietnam.


En el hospital también descubrieron que su extraña condición se debe a un trastorno del sistema nervioso, que increíblemente no tiene ningún efecto negativo.

 A pesar de las ventajas de no dormir y de nunca enfermarse (no ha sufrido ni un resfriado en décadas), el aldeano cuenta que a veces extraña poder dormir al menos unas pocas horas.

"Me causaba una sensación agradable", dijo. Lo más cercano al sueño que experimenta es cuando bebe mucho licor de arroz. Dice que se marea un poco y debe recostarse, pero nunca se queda dormido.