El año pasado, el fuego se apoderó de una ladera en España, quemando más de 800 hectáreas entre Xàbia y Benitatxell.

Todo quedó cubierto de cenizas, pero 6 meses después, la vida volvió a aparecer, llenado todo el suelo de flores silvestres. 

Las abundantes lluvias del inverno y el panorama desolador luego de los incendios volvían casi impensable que la montaña atacada por el fuego fuera capaz de florecer. ¡Pero así fue!

La ladera se tiñó de fuscia gracias a los gladiolos silvestres que crecieron al ser un tipo de planta que no precisa de mucha tierra.

Así como en la antigüedad romana, esta flor era un símbolo de victoria, en esta montaña simboliza que la vida, a pesar de las dificultades, ha triunfado sobre la adversidad.

El incendio, producido en septiembre del año pasado, tuvo cuatro focos, dejó alrededor de 1.500 evacuados, y, según se sostiene, fue obra de un pirómano. Ha sido una tarea muy difícil apagarlo por completo, ya que los vientos fuertes favorecieron su expansión.

Además, afectó una zona forestal de gran valor y la montaña protegida de la Granadella, una de las pocas zonas litorales vírgenes de la Comunidad Valenciana que ya había sufrido otro incendio en el 2000, del que ya se había recuperado.  

¿Cuántos incendios forestales son intencionales? 

Según la organización Cuida tu Bosquede los 5800 incendios forestales que se producen por año, el 99,7 % son causados por el hombre, ya sea de manera intencional (por conflictos entre comunidades, talas ilegales, vandalismo, entre otras), o por accidentes (como los aéreos) o por negligencias (como quemas agropecuarias no controladas, quema de basura o fogatas en sitios prohibidos).  El resto de los incendios corresponde a causas naturales como descargas eléctricas o erupciones volcánicas.

Y la recuperación no es para nada una tarea sencilla: un bosque tarda entre 10 y 70 años recuperarse de un incendio. Además, en estas catástrofes se pierde la cobertura vegetal del suelo, se destruyen hábitats silvestres, se pierde oxígeno y madera, mueren animales, y se produce una gran emisión de dióxido de carbono. 

¿Cómo evitar un incendio forestal? 

Si estás de visita en un bosque, no arrojes basura, materiales inflamables u objetos encendidos.
No quemes basuras.

No enciendas fuego en zonas prohibidas. Y si está aceptado, de todas formas recuerda escoger un sitio alejado de troncos, árboles y pastos; y apagarlo completamente antes de irte. 

Si eres campesino o agricultor, procura no acumular material inflamable en tu terreno; si vas a realizar quemas, pide autorización y procura hacerlas cuando haya poco viento y mayor humedad en el ambiente. 

¡No dejemos que nuestras manos enciendan más bosques en el mundo! ¡Cuidémoslos!