Si pensamos en la desigualdad de género podríamos imaginárnosla como una epidemia cultural: trasciende fronteras y clases sociales, pero, a diferencia de otras, la "cura" es a largo plazo e implica un largo y profundo trabajo para modificar cosas que tenemos muy naturalizadas y silenciosamente la siguen "contagiando". 

Hollywood no es tampoco una excepción de lo que pasa en otros ámbitos sociales. Allí, la desigualdad salarial también existe: los hombres ganan más que las mujeres. 

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Sin embargo, hay excepciones que valen la pena mencionar. Éste es el caso de Emma Stone, la artista que ganó el Oscar a la mejor actriz por su papel en La La Land. Ella hizo público que sus compañeros hombres se bajaron sus propios salarios para igualarse con ella.

“Si mi compañero de reparto, que seguramente tiene una cotización más alta que la mía, cree que debemos estar en el mismo nivel y decide que le recorten su paga para que podamos emparejarnos, entonces eso cambia mi próxima cotización y por ende mi vida”, señaló en una entrevista.

“No se trata de ‘las mujeres son esto y los hombres esto otro’. Se trata de que todos somos lo mismo, somos iguales, merecemos el mismo respeto y los mismos derechos”, afirmó.

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Aún hoy, las mujeres ganan, en promedio, 23% menos que los hombres y se calcula que si todo permanece como hasta ahora podría tomar casi 200 años que se emplee a hombres y mujeres en la misma proporción, que se les pague el mismo salario y que obtengan iguales niveles de representación en puestos directivos.

Si bien los cambios no debería depender únicamente de la consciencia individual de cada persona, sino de políticas que garanticen la igualdad de derechos a nivel macro, estos casos podrían ser pequeños indicios de que un cambio cultural que seguramente vivan las próximas generaciones.

¿Qué te parece a ti?

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