A muchas les a sucedido al recibir la noticia de que van a ser madres, que una mezcla de alegría, ilusión y nerviosismo se apoderan de su cuerpo. Esta madre, Donna Aylmer, lloró y gritó de la alegría cuando el doctor le dijo que no era uno sino dos bebés los que venían en camino.

Y cuando por fin el gran día llegó, nunca imaginó lo que vería pero fue algo que la dejó sin palabras.

Sus mellizas eran completamente distintas, a una la llamó Lucy, tenía la piel blanca, ojos azules y cabello pelirrojo, mientras que María, su otra melliza, era piel oscura, ojos color marrón y el pelo rizado.

La familia no daba crédito a lo que observaban pues las mellizas eran muy hermosas pero muy distintas. Todos se preguntaban ¿cómo podían ser mellizas?, ya que no se parecían en absolutamente nada. Incluso hasta Donna, su madre, estaba impactada, sin embargo, había explicación a ello.

Donna tiene descendencia británica y jamaiquina, y su marido también es británico. Las pequeñas son mellizas, esto significa que dos óvulos distintos fueron fecundados por distintos espermatozoides. Hablando genéticamente, Donna tiene genes con rasgos claros y oscuros, es por ello que una de las mellizas tiene la piel clara y la otra oscura.

Los diferentes tonos de piel provocaron que las mellizas recibieran constantes burlas en su infancia, sobretodo Lucy quien por su tono de piel recibió el apodo de "fantasma" o "gasparín", además, los niños pensaban que era adoptada. En cambio, María también padecía el querer parecerse más a Lucy, por las noches solía llorar pues deseaba tener el cabello rojo de Lucy y no los rizos que tenía.

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Los otros tres hijos de la pareja tienen una mezcla de rasgos de su padre y su madre, pero en el insólito caso de Lucy y Maria ellas son completamente diferentes a pesar de ser hermanas mellizas.

"Cuando hablamos con otras personas nadie nos cree que somos mellizas, porque Maria es negra y yo soy blanca", asegura Lucy, y agrega: "Incluso cuando nos vestimos igual seguimos sin parecer hermanas, y mucho menos mellizas".

Y aunque las mellizas son polos opuestos, son muy cercanas, además de hermanas son mejores amigas. Con el tiempo han aprendido a amarse a sí mismas con todo y sus diferencias, y ahora se sienten orgullosas de lo que son.

Aunque no del todo han cambiado, pues María continúa admirando a su hermana y desea que cuando tenga hijos, al menos uno se parezca a Lucy.

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Actualmente continúan siendo tan diferentes como cuando nacieron, incluso sus personalidades son totalmente distintas. Mientras que Lucy es muy reservada y le apasiona el arte, María es más extrovertida y ama la moda.

En el siguiente vídeo podrás observar como lucen actualmente: