Hace 15 años un esqueleto minúsculo con forma humana fue encontrado en el desierto de Atacama, en Chile. Qué había sido fue un misterio sobre el que se ensayaron distintas respuestas.

Algunos dijeron que el esqueleto minúsculo se trataba de un alienígena; otros, de un feto, ya que solo tenía 15,24 centímetros de alto. 

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Sin embargo, al analizar sus huesos, los científicos estimaron que el esqueleto minúsculo podría haber sido un niño de entre 6 y 8 años, pero ¿cómo sería posible? Además, también tenía otras rarezas, como 10 pares de costillas en lugar de 12; y una antigüedad de solo 40 años. 

La aparición de este esqueleto minúsculo con forma humana fue todo un enigma. Pero ahora, la ciencia podría develar el misterio.


Según un estudio publicado en la revista Genome Research, el esqueleto minúsculo sí sería humano; solo que su pequeño tamaño podría explicarse por múltiples mutaciones relacionadas con enfermedades óseas.

En el estudio se usó una muestra extraída de la médula ósea para realizar un análisis de secuenciación del genoma completo. Luego, se comparó con los genomas de primates y de humanos. Lo que se corroboró es que se trataba de una mujer humana con un raro trastorno de envejecimiento.

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Las pruebas señalaron que las rarezas del esqueleto minúsculo podrían explicarse por las mutaciones en 7 genes. Éstas serían responsables de las deformidades óseas y músculoesqueléticas, como la escoliosis y la displasia esquelética (enanismo).

“Creemos que el entorno en el que se desarrolló esta niña podría haber desempeñado un papel importante. El espécimen fue encontrado en una ciudad con minas de nitrato abandonadas, y la exposición a nitratos podría haber causado las mutaciones. Pero es solo especulación”, señaló uno de los investigadores involucrados en el estudio.

Según los científicos, estos hallazgos podrían ayudar a diagnosticar casos de mutación genética también en personas vivas.