Una de las frases más conocidas de los siete libros de Harry Potter es “Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infligir daño y de remediarlo”. Aquí la escritora no sólo hace un guiño al oficio del escritor, de crear magia transportando a cualquiera a un mundo distinto, sino a la forma en que la magia se ha transmitido a través de milenios, por medio de las palabras.

La humanidad ha conocido la magia desde que tiene conciencia de lo que es capaz para un ser humano normal y lo que no puede controlar, pero cree que sí. Después de la tradición oral, cuando comenzó la escritura, la gente buscó la forma de preservar frases y hechizos que poseían una fuerza supuestamente oculta.

Así nacieron los grimorios, libros que encerraban los conocimientos de magia –la mayoría de las veces oscura– y aseguraban pudiera cualquiera que pudiera descifrarlos.

Se tiene registro de grimorios desde el siglo II a.C. y no es de sorprender que desde ese momento el último recurso de estos textos sea el de domesticar fuerzas sobrenaturales, usualmente con fines religiosos, pero otras para controlar un poder más allá del que cualquier humano tiene. Desde entonces los grimorios han tenido un peculiar lugar en la historia.

Fuente: Pixbay

Reservados para pocas personas, pues casi nadie podía leer ni escribir, estos textos eran codiciados por personas poderosas, deseosas de poder. Durante la época medieval gozaron de popularidad, pero no fue sino hasta la invención de la imprenta que se transformaron en un objeto relativamente público, pues a pesar de ser textos prohibidos para muchos, su circulación era evidente.

Siglos más tarde, con la llegada de la ilustración, estos textos aún tenían poder sobre la gente, pero poco a poco perdieron popularidad y para el siglo XIX ya eran considerados una obra de ficción como las vemos hoy.

A pesar de eso, los grimorios guardan un fuerte poder en nuestra historia y encontrar uno de estos mágicos libros impone respeto, pues a pesar de tener todo un sistema de creencias distinto al que existía cuando se crearon esos libros, el hombre es supersticioso por naturaleza y sería un error no temer al poder que pueden tener estos libros.

Fuente: Pixbay

Algunos de los más famosos grimorios son:

Manual de Munich

Se cree que data del siglo XV y que tiene un fuerte poder oculto que ayuda a invocar demonios.

La gallina negra

Ya en el siglo XVIII se escribió este libro en el que se enseña a que una gallina pueda dar los tan codiciados huevos de oro, así como rituales entre los que se encuentra uno para invocar vampiros.

Sefer Raziel MaMalach

Mejor conocido como “El libro del arcángel Raziel” este libro del siglo XI desapareció hace mucho, pero los rumores dicen que se encuentra en la biblioteca secreta del Vaticano y que su contenido no puede ser divulgado. Entre su contenido, se cree que hay una guía para regresar al paraíso.

Codex Seraphinianus

Escrito por Luigui Serafini, fue considerado un libro único, pues no tenía ninguna letra similar a la de ninguna lengua del planeta y sus dibujos eran bastante perturbadores. Aunque hoy corre el rumor de que aliens colaboraron en la escritura del codex, el autor dijo que simplemente quería hacer a todos analfabetos con su extraña obra.

La magia vive en las palabras y muchos libros son prueba de ello. Sin embargo, los grimorios son la prueba de una época en la que la magia estaba mucho más cerca de nosotros, para bien y para mal.

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Algarabía 159

Supercurioso