Hay pocas reglas en el amor que son universales. Mientras cada pareja puede vivir en su propio universo, cosas como la fidelidad, la honestidad y el respeto deben ser esenciales en cada una de las relaciones que existen. Esto no significa que sólo hay una forma de entender esas palabras. Fidelidad no implica estar sólo con una persona, sino ser fieles a sus creencias y acuerdos.

Y es que ser fieles no implica perder libertad. El amor libre, algo que cada vez es más popular ante el evidente fracaso de la monogamia –hay países con hasta un 58 % de tasa de divorcio- han optado por el amor en libertad, uno que permite la exploración, ya sea personal o mutua de la sexualidad, del amor y de la identidad. Eso, además de todas las otras formas de amor, pues no existe una decisión incorrecta, sólo nuevas formas de ver el amor.

Fidelidad, honestidad, respeto; estas palabras son la base de cualquier relación y todos, sin importar su estilo de vida, las merecen.

“El compromiso no debe cambiar de acuerdo a tu nivel de felicidad”.

“Amar es entregar tu vida entera a otra persona, es querer sin reservas, es luchar por otra persona”.

“Primero debes conocerte a ti mismo”.

“Los celos son el cáncer del amor”.

“La familia es aquella que te cuida, te mima y te hace feliz, ¿qué importa si son dos papás o mamás?

“La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia sí”.

¿Por qué como cultura estamos más cómodos viendo a dos hombres sosteniendo armas que sosteniéndose las manos”.

“Alguien, tu padre o el mío, debería habernos dicho que no mucha gente ha muerto de amor, pero multitudes han perecido y perecen cada hora y en los lugares más extraños por la falta de él.”

“Se necesita cierta inteligencia y perspicacia para descubrir que eres gay y luego una tremenda cantidad de pelotas para vivirlo y vivirlo con orgullo.”

“Debemos mantener la calma frente a la diferencia, y vivir nuestras vidas en un estado de inclusión y admiración de la diversidad de la humanidad”.

No hay forma de entregare al amor si no es de manera honesta. No importa qué tipo de amor sea, la felicidad sólo llega cuando te conoces y aceptas quién eres, pero sobre todo, cuando aceptas a los demás.