Pollyanna Hope es una niña de 13 años que cuando tenía solamente 2 sufrió la pérdida de una de sus piernas en un accidente de autobús. Pero esa difícil situación no la hizo perder de vista su sueño de convertirse en una bailarina de ballet. 

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El accidente en 2007 cambió para siempre la vida de la familia Hope. "Mi madre murió instantáneamente. Yo quedé atrapada debajo del autobús y Pollyanna perdió la pierna", señaló Sarah, su mamá.  

La pequeña tuvo que someterse a numerosas operaciones y ha tenido dos prótesis por año, en promedio. Pero la danza le dio la esperanza que necesitaba: "Ella es una bailarina. Creo que porque siente una enorme libertad cuando baila", dice Sarah. 

Cuando su mamá se acercó al Servicio Nacional de Salud para que su hija tuviera una prótesis, le respondieron que eran muy costosas y que las que ofrecían eran solo para caminar, no para realizar otras actividades.

Por eso ella comenzó a hacer una campaña para que el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra ofreciera a los niños con amputaciones prótesis deportivas especiales. Y fundó la organización Elizabeth's Legacy of Hope (El Legado de Esperanza de Elizabeth).

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Gracias a eso, Sarah consiguió que el Servicio Nacional de Salud iniciara un fondo para prótesis deportivas de niños con amputaciones. Ya se ha ayudado a 220 niños discapacitados, y aún más podrían usar prótesis deportivas. También el fondo implica el apoyo en la investigación e innovación para mejorar la tecnología protésica para el futuro.

Con la prótesis, Pollyanna logró cumplir su sueño de practicar ballet, pero aprendió aún más importante: no hay nada que pueda interponerse entre tú y tu deseo más profundo. Aún las más grandes dificultades pueden sortearse.