Ya de pequeña, Taylor Muhl, de california, notó en su cuerpo algo diferente a las demás. Tenía en su torso una línea recta que parecía cortarlo a la mitad. En ambos lados, la piel se veía diferente. Sus padres habían consultado pero los médicos le dijeron que parecía simplemente una marca de nacimiento sin ningún problema. Pero con el correr de los años, Taylor descubrió la verdad. 

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A los 20 años le diagnosticaron "quimerismo", un trastorno genético extraño que se origina tras la fecundación cuando dos cigotos se combinan y terminan formando uno que es el que, finalmente, se desarrolla y nace. Técnicamente esto quiere decir que Taylor es su propia hermana gemela

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Su cuerpo, así como tiene dos pigmentaciones distintas en la piel, también tiene dos tipos de células diferentes con distinta constitución genética. Por eso de pequeña solía enfermar a menudo. Su sistema inmunológico estaba debilitado ya que reconoce un tipo de células (que correspondían al otro cigoto, es decir, a la que hubiera sido su gemela) como extrañas y las atacan.

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Desde entonces, ella lleva un estilo de vida saludable y activo, ya que al tener dos cadenas de ADN y dos sistemas inmunes sufre migrañas, alergias, y debe cuidarse mucho. "Me obligo a valorar mi situación de manera positiva, pues de lo contrario no creo que ocurra nada bueno”, dice. 

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Al ser poco conocido (solo cerca de 100 casos se registraron en todo el mundo), además, Taylor ha tomado la determinación de darlo a conocer: “Quiero transmitir a cualquiera que tenga una dolencia física o problema médico como yo que sepa que no está solo, que tiene apoyo y que, independientemente de sus circunstancias, puede alcanzar cualquier sueño o meta que persiga”, señala, y agrega: “No dejes que ninguna crítica influya en lo que tú pienses sobre qué es lo bello”.