Antes de los añossesenta a nadie le importaba quién fumara. Mientras no fuera un niño pequeño(pues había quienes fumaban libremente desde los 14 o 15 años) todo estababien. El tabaco no paraba de publicitarse y ponerse de moda, y pasó un tiempo hasta que los primeros estudios demostraron la relación entre fumar con el cáncer depulmón, enfisemas y muchas otras enfermedades

 Incluso una vez demostrada esa relación, muchos intentaron hacer oídos sordos, porque ya tenían el hábito o porque de todos modos querían estar a la moda.

avión

Desde entonces hemos pasado de poder fumar en aviones a miles de metros de altura a prohibir el humo de cigarro en lugares cerrados, incluso Japón tiene calles en Tokio en las que está prohibido fumar, pues el espacio público, aunque sea abierto, también puede dañar la salud.  

Aunque no se puede presumir de un avance rápido, sí se han endurecido las leyes y restricciones contra compañías tabaqueras y fumadores. Hoy es sentido común no fumar frente a los niños y mucho menos frente a un bebé o una mujer embarazada. Sin embargo, todavía pocos piensan en lo que el humo del tabaco provoca a las mascotas.  

Perros

perro

Un estudio realizado por la Universidad de Glasgow evidenció lo obvio, que las mascotas de fumadores tienen más riesgos a la salud que la de los no fumadores.

Además, al analizar los niveles de nicotina en la piel de animales domésticos, encontraron que las mascotas son mucho más propensas a enfermarse como consecuencia de ella que los niños pequeños y los bebés.  

Mayor daño celular, riesgo de cáncer y aumentar de peso son algunos de los problemas que las toxinas del tabaco provocan en los animales. Los perros de hocico largo, como los pastores o los galgos pueden desarrollar alergias y sinusitis, mientras que los de hocico chato como los pugs o bulldogs llegan a asfixiarse con el humo denso debido a que su hocico chato limita la capacidad de tomar oxígeno.  

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Gatos

gato

A pesar de que los perros son propensos a muchas enfermedades, los gatos presentan un riesgo aún mayor. Debido a su nivel de autohigiene, los gatos suelen absorber más toxinas del medio ambiente, por lo que el humo se impregna mucho más fácil en su piel y nariz.  

Aunque fumar en espacios abiertos reduce el riesgo a las mascotas, estas también son fumadoras pasivas y hasta inhaladores de “humo de tercera mano”, que implica que tocan y conviven con objetos impregnados de humo de trabajo como jarrones, marcos y paredes.  

gato y cigarro

Poco a poco se cambian las leyes y se aboga por el derecho a la salud, y tal vez pronto nuestras mascotas cuenten con ese mismo derecho, por ahora la única recomendación que realmente funciona, si es que amas a tu mascota, es que dejes de fumar. Su organismo es mucho más sensible que el nuestro y aunque no lo parezca, el tabaco realmente puede acabar con su vida.