El momento de acostarse al llegar la noche es uno de los más reconfortantes luego de un largo día de actividades. Hay muchas cosas que hacemos inconscientemente y que, si se observan de cerca, reflejan nuestro comportamiento innato.

Hay muchísimas personas que encuentran algunas posiciones ligeramente incómodas, aunque se trate del otro lado de la almohada, o de una pierna más separada de la cuenta. Es por eso que la forma en la que duermes dice mucho sobre ti.

Si eres de esos que necesitan dormir en una posición específica, y te cuesta conciliar el sueño cuando te ves obligado a adoptar otra forma, esta nota es para ti.

1. Tienes que abrazar algo

Cuando necesitas dormir con algo en tus brazos, aunque sea una almohada, un osito de peluche o el edredón, eso implica que eres una persona muy confiada y abierta con los demás. Asimismo, tus amistades saben que eres alguien en quien pueden confiar tranquilamente, ya que siempre darás la espalda por ellos, aunque puedas parecer un poco pegajosa de vez en cuando. Por otro lado, siempre intentas evitar los altercados y prefieres optar por el diálogo.

2. Tumbado boca abajo

Si sientes la necesidad de dormir acostado boca abajo con los brazos y las piernas sobresaliendo, entonces tienes dotes para ser un gran líder. Eres impulsivo y tiendes a tomar la iniciativa con el objetivo de asegurar el orden, tanto en tu vida profesional como en lo personal. Lo más probable es que prefieras planificar todo con antelación y no seas una gran fanática de las sorpresas. Tu capacidad para perseverar y el sentido de responsabilidad te pueden ayudar a lograr grandes éxitos. Sin embargo, también es cierto que puedes llegar a ser muy sensible a veces.

3. Como un tronco

Todas aquellas que duermes sobre alguno de los lados, con los brazos y piernas estirados sobre el eje del cuerpo, tienden a ser personas más tranquilas que la media, confiando también en los que están a su alrededor. Piensan que el mundo no es un lugar tan malo como se quiere hacer creer, y no tienen miedo a enfrentar todos los obstáculos que puedan llegar a su vidas. Por otro lado, también son almas extrovertidas y carismáticas, por lo que no te arrepentirás de llevarlas contigo a una fiesta.

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4. Tumbado boca arriba

Si necesitas dormir tumbado boca arriba sobre tu espalda, en posición recta, indica que probablemente eres una persona bastante tranquila y reservada, alguien que no necesita estar aferrada a nada para expresarte por ti misma. De este modo, irradias una gran confianza y autoconciencia, teniendo muy buenas opiniones de tu persona y confiando plenamente en tus interacciones cotidianas. Por otro lado, también puedes llegar a ser un poco perfeccionista, pero eso es bueno, pues todo debe estar en su lugar correcto.

5. Posición fetal

Casi el 41% de las personas duermen en esta posición, siendo una de las comunes en relación al sueño. Esta forma se conoce de esta manera porque, básicamente, simulas un feto en el vientre de la madre, tumbada hacia un lado con las piernas pegadas hacia el pecho. Si siempre duermes en esta posición, eso significa que la gente te ve como alguien áspero en el exterior, aunque sabemos que también tienes un lado oculto y sensible, el cual requiere protección. Asimismo, muestras tu intento por escapar de los problemas que te rodean.

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6. Con una pierna levantada

Si duermes en una posición similar a una garza, con una pierna levantada, entonces es probable que poseas una personalidad impredecible que a menudo se siente atraída por todo tipo de aventuras. Sin embargo, tu estado de ánimo puede cambiar tan rápidamente que puede resultar confuso a todos los que están a tu alrededor. Muy a menudo, te resulta complicado ser decisiva y decidir las elecciones adecuadas, pero en en general, tanto en la vida como en el trabajo, prefieres optar por la estabilidad, la paz, la tranquilidad y la minuciosidad.

7. Estrella de mar

En relación a las posiciones para dormir, la forma de “estrella de mar” se suelen observar a menudo en la televisión o las películas. En la vida real, lo cierto es que muy pocas personas suelen adoptar esta posición. Sin embargo, aquellos que lo hacen, duermen boca arriba, con las piernas separadas y los brazos cerca de la cabeza, como si fueran los de una estrella de mar, ¡parece como si estuvieran pensando profundamente en algo!