Todos caemos alguna vez en la tentación de comprar cosas innecesarias. A veces, nos decimos que son un “gustito”. Otra veces nos convencemos de que sí lo necesitamos, y eso es lo más complicado.

La publicidad y, en general, la sociedad de consumo nos llevan a creer que necesitamos muchas cosas, cuando en realidad no es tan así. Esa necesidad nos lleva a consumir de más y, en última instancia, a contribuir al deterioro del medioambiente.

Como si fuera poco, también terminamos gastando demasiado dinero en cosas superfluas y nos perdemos, por eso, de cosas importantes.

En estas fiestas, como parte de nuestro compromiso con el consumo responsable, te proponemos reflexionar sobre tu consumo. Seguro compras muchas de estas cosas, pero, ¿Realmente las necesitas?

compras innecesarias

1. Ropa nueva

La ropa es quizá una de las mayores cosas que compramos sin necesidad. Siempre parece que hace falta, pero ¿es realmente así?

  • Piensa en cuánta ropa tienes actualmente, y si usas todo lo que tienes. Si la respuesta es no, te dará la pauta de que muchas de las cosas que compraste son innecesarias. 

Puedes empezar a regalar ropa en buen estado a gente que la necesite más que tú. Y antes de comprar algo nuevo, pensar si no puedes reciclar algo que está bien cuidado pero no te gusta. Hay cientos de ideas sobre cómo cambiar por completo una prenda.

Mucho mejor que comprar ropa nueva, es reutilizar y valorizar lo que tienes. si en lugar de tener un día de compras, tomas un día para buscar ropa "vintage" en tu propio armario, te sorprenderás de lo que puedes encontrar.

compras innecesarias

2. Cosméticos

Si usas cosméticos, es para verte mejor, eso está claro. Pero, igual que con la ropa, a veces se tiende a exagerar en las cantidades y variedades.

Por eso, también puedes pensar en qué cosas usas a menudo y cuáles no. Las que no uses, puedes dejar de comprarlas.

  • Si hay algún cosmético que usas pero muy de vez en cuando, quizá puedes pensar si no es reemplazable con ingredientes naturales. De esta manera, no sólo te alejarás de muchos químicos, sino que también evitarás comprar un producto al que casi no vas a darle uso y quizá se termine tirando entero. 

3. Vajilla descartable

Es muy cómoda, sí. Aunque tal vez no tanto. Para empezar, comer en un plato de plástico puede ser muy incómodo. Lo mismo con respecto a las bebidas en vasos descartables.

La cantidad de plástico contaminante que se genera a causa de los descartables es impresionante, y realmente no es necesaria.

  • Si quieres, hagamos este ejercicio: ¿Cuánto tiempo real te lleva lavar la vajilla de navidad? Te aseguro que no importa cuánto tiempo sea la respuesta, seguro que es menos de lo que te toma ir a la tienda a comprar los descartables. 


compras innecesarias

4. Comida congelada

La comida congelada del súper nos ahorra tiempo, es verdad. Pero en los procesos industriales que se utilizan para hacerla, pierden gran parte de sus propiedades (y en muchos casos se les incorporan aditivos no muy saludables).

Además, las industrias alimenticias son grandes agentes contaminantes, como así también los camiones que se encargan de llevar la mercadería a cada rincón de un país.

  • Por eso, siempre es mejor consumir productos naturales y especialmente locales. Piénsalo ¿No puedes tomarte una tarde a la semana para hacer las comprar y congelar la comida tú mismo?

El resto de los días tendrás la misma comodidad que la comida que compras congelada pero mucho más deliciosa.

5. Regalos

Los regalos en navidad son un clásico, pero realmente se gasta mucho dinero y recursos cuando realmente no es necesario.

¿Debes hacerle regalos a toda esa gente?

  • Si por tradición se hacen muchos regalos en tu familia, puedes optar por cosas personalizadas y recicladas. Dejar de lado el papel de regalo puede ayudar a reducir el impacto ambiental de las fiestas.

Otra buena idea es cambiar los regalos masivos por uno especial. ¿Cómo? Una gran manera es con el amigo invisible. Así, cada persona sólo tendrá que hacer un regalo que sea verdaderamente significativo.

¿Se te ocurren más cosas que compras pero no son necesarias? Tomarse el trabajo de reflexionar sobre ello es el primer paso para cambiarlo.