En los últimos años, los efectos del cambio climático y de las distintas formas de contaminación se han vuelto cada vez más evidentes durante nuestro día a día, por lo que los expertos no han parado de estudiar las distintas alternativas que podrían ayudarnos a superar esta etapa. ¿Cuántos árboles deberíamos plantar para revertir esta situación?

  • Según un nuevo estudio, no es algo imposible: si plantáramos un árbol en cada esquina, la calidad del aire y la salud general del planeta mejorarían notablemente.

Un grupo de investigadores de la universidad Parthenope de Nápoles, en Italia, realizaron un estudio en el que concluyeron que con solo plantar un 20% más de árboles en las mayores ciudades del mundo se duplicarían los beneficios de los bosques urbanos, como la reducción de la contaminación, el secuestro de carbono y la eficiencia en el uso de energía.

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Las mayores ciudades del mundo, conocidas como megaciudades, son aquellas que albergan 10 o más millones de habitantes. Actualmente, el 10% de los habitantes del planeta viven en estas megaciudades, y si bien su subsistencia depende en gran parte de las fuentes naturales de alimento que operan fuera de la ciudad, una mayor cantidad de bosques urbanos beneficiarían no solo la calidad de vida en las megaciudades, sino la economía.

El estudio fue publicado en Ecological Modelling y en él los científicos estiman que hoy en día el 20% de la superficie de las megaciudades está cubierta por bosques urbanos. Algunos de los mejores ejemplos de bosques urbanos exitosos son el Central Park de Nueva York o el Bosque de Chapultepec de Ciudad de México. Los científicos consideran que un 20% adicional podría duplicar los beneficios que ya presentan.

Lo mejor es que un bosque urbano puede ser cualquier cosa, entre un único árbol en el patio de un hogar y un parque a gran escala, planificado y construido. A pesar de esta flexibilidad en las posibilidades para añadir árboles a las ciudades, los expertos creen que los responsables de la planificación urbana deben considerar por adelantado los recursos naturales necesarios para llevar a cabo este ajuste.

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Los investigadores utilizaron la herramienta I-Tree Canopy para simular las condiciones de contaminación, uso de energía y población de cada una de las megaciudades estudiadas. En base a los resultados se estima que el hecho de aumentar la cantidad de árboles en las grandes ciudades podría generar un beneficio de hasta 500 millones de euros cada año.

Alternativas como esta son las que el mundo necesita, porque son sumamente beneficiosas y con altas probabilidades de llevarse a cabo. Por si fuera poco, además traen beneficios económicos.