Cómo cultivar endivias en casa

La endivia (Cichorum endivia), que se conoce también como endibia, es una variedad de la escarola o achicoria. Es una planta que se caracteriza por su sabor amargo, pero su textura tierna y fina. Suele ser usada en ensaladas o para preparar entradas saladas fáciles y saludables. Además, sus hojas y raíz ayudan a calmar el malestar estomacal y bajar la fiebre.

Existen dos tipos de endivia: la silvestre, que puede cultivarse al aire libre, o la que se obtiene como el método “Witloof”, que consiste en evitar que le llegue luz para que se vuelva blanca y menos amarga.

En esta nota podrás aprender cómo cultivarlas para cosecharlas tú mismo, ¡en tu propia casa!

Además, las endivias están formadas casi en un 95% por agua, siendo recomendables en casos de dietas bajas en calorías. También contienen fibra, lo cual ayuda a regular el tránsito intestinal; poseen minerales como el calcio; son ricas en betacarotenos, con propiedades antioxidantes y anticancerígenas; contienen potasio, ayudando a regular la hipertensión, y poseen taninos y otros flavonoides que protegen de enfermedades degenerativas, entre otras propiedades.

¿Cómo es el proceso de cultivo?

1. Como la endivia se reproduce por semillas, lo primero que debes hacer es enterrarlas en un suelo sin piedras y bien fertilizado, en hileras, a una profundidad de hasta 20 centímetros. Riega y procura mantener alejadas las malas hierbas.

Nota: Ten en cuenta que la época de siembra es desde mediados del invierno hasta fines de la primavera.

2. De las plantas obtendrás hojas (que podrás utilizar para ensalada luego de blanquear sus hojas cubriéndolas de la luz del sol), y una raíz que debes enterrar en un foso de alrededor de 50 centímetros de profundidad, cuando llegue el verano, y cubrirlo de paja o plástico opaco. De 30 a 50 días después ya tendrás unos cogollos blancos y tiernos.

También existe otra técnica que se denomina “forzado”. En este método, una vez recolectadas, las raíces se colocan juntas en contenedores grandes y profundos con un sustrato suelto. Se riegan y se colocan en un sitio oscuro, cubiertas por un plástico opaco. Luego de un mes habrán brotado cogollos tiernos que podrás consumir.

Las raíces que no quitas de la tierra producen un segundo cogollo, aunque no es de tanta calidad.

Puedes comer tus endivias tanto hervidas como crudas, acompañadas por ejemplo con salsa de yogur y aceitunas negras.

¡Que las disfrutes!